jueves, 29 de abril de 2010

MI SUSI DEL PERPETUO SOCORRO

No hay mal que por bien no venga.
Refrán popular

Hoy yo me veo a solas queriendo ver un solo cielo de blancura celestial entre los días del arte artístico. Ahora así tal cual poeta yo me quiero sentir hoy entre un baile de magia escritural recorriendo todo el hábito de las otras almas desprevenidas. Sigo entretanto ese lento decurso de la otra mañana ahogada en vidas muertas. Miro así entonces hacia arriba del mundo soleado mientras el brillo se hace tan fantástico como una lluvia de estrellas en los tiempos del día espejante. Eso me pone un poco más tranquilo que ayer. Así que ahora yo me dejo llevar por el calor del oro que se resuelve tan vivo como un pájaro amarillo. De pronto veo sólo enseguida de que todo mi cuadro de vida se resbala adentro de un desierto vaciado de hombres olvidados por saber amar la poesía. Hay hoy desvestido igualmente un mundo cotidiano del puro estrés social. Hay una gente vacilante en cada rincón depresivo y del odio del orgullo. Ellos lejanamente se pasean junto con los horarios irrealistas del delirio. Ellos se pierden al final de un sin sentido de sobradas deshoras existenciales. Luego junto al día yo miro como cada ser solitario se sabe tristemente arrastrado tras un fondo de tuberías sistemáticas. Así nomás se aparece cada hombre y cada mujer saliendo de su caverna tan temprano como el alba derramada. Luego ellos se sientan atrás del escritorio de sus oficinas perezosas. Los hacen ellos así sólo para ofrecer algo de consumo a sus otros aparentes enemigos.
Entre otras cosas del mundo yo sufro un poquito hasta cuando ellos se lo pasan muriendo entre sus destinos del capitalismo del escándalo. Además del silencio sin arte yo me dejo acariciar por entre un viento que casi no nada con vida. Eso es un susurro de brisa que va paseando sobre mis días del olvido. Entre lo otro lindo las hojas de los árboles se levantan por sobre mi ciudad del ocobo desnudo. Mi ciudad es un poco mía y hay veces cuando ella se pinta de un baile de folclor colombiano. Esa fiesta suya se prende de alegría entre las cumbias del ayer y atrás de cada mitad de año de los otros días posmodernos. Todo viene así lentamente y de repente se recuerda entre una jolgorio colombiano mientras se ve ruborizado cada borracho del estío tan cansado.
Pero adentro de mi mañana sin bulla ahora no hay fiesta realmente entre las calles del grito hambriento. Hoy la gente anda sin andar nomás por la vida. Ellos sin jugar todos los juegos del juego feliz. Hoy sólo se ve el humor triste de los poetas. Pero ellos queriendo trasformar cada existencia pasajera de los otros seres doloridos. De hecho hoy hay por ahí unas fachadas de caras rotas en algunos lectores voraces del encierro persistente. Pero hay otros seres de odio que ni siquiera saben vivir la vida del amor suyo. Eso del desamor nos llena entonces de una aspereza tan inquieta como una vacilación de besos en donde no se quiere ni con las lágrimas recién derrochadas. Mejor será para mí tal vez tratar de despertar de una siesta para tomar así mi otra cultura social afuera de otro mundo insospechado al hombre mundano. Morir cuando estoy despierto entre la guerra del mundo y de golpe despertar cuando estoy soñando entre la paz del universo eterno. Esa tendrá que ser mi otra realidad alternativa. Sucede así mi ansía de sueño porque hoy casi ningún amigo del mundo casi no se habla con ningún otro vagabundo de la gran sociedad excluyente. Así que hoy se me devuelve un mañana para mí y para la mujer que yo amo. Hoy se me ama la mujer que yo amo con ella tanto entre los abrazos vivos. Yo me amo entre sus besos efímeros. Por lo pronto así yo entonces me engendro una poesía de amor tan linda como el cosmos de donde ella proviene tan digna de belleza. Me pienso entretanto en un primer de romance tan lleno de pureza como el primer beso con esa mujer tan hermosa. Luego me caigo sobre sus pechos de pétalos de agua cristalina. Enseguida yo me arrastro junto con su belleza de mujer. Pero ella de pronto me deja como un invierno de simple tristeza.
Por eso hoy vuelvo al hoy y mejor me leo hoy un poemario de literatura constante. Me dejo llevar tranquilamente por la esencia de los poetas latinoamericanos. De golpe yo me voy atrás del otro viento mientras yo me escondo entre los arrumes de los libros. Me dejo resbalar lentamente junto con una poesía de Guillermo Valencia. Abro el poemario suyo tan arrasador y así entonces yo voy leyendo su pintura del fuego. Me devuelvo al ayer tras cada arrastre del instante y tras cada muda tarde del tiempo sin tiempo que fue suyo. Luego veo que eso de sus versos se asemeja un poco a la monotonía de una vida que se presiente en una película de mi susi del perpetuo socorro. Contra el respeto se aparece ahora entonces un capataz del orgullo tras el recuerdo de una película más bien realista. Enseguida él suelta su sonrisa de mentira contra una susana desequilibrada. Así que hoy cantando con el canto del día del idioma me voy hoy recordando un cuento de Juan Rulfo en donde todo el llano se ardía adentro de las llamas de un despotismo de guerra. Aunque ahora nuestro día del arte no se reluce como un día de verano. Eso pasa así porque hoy sólo hay un comercio de palabras y ellas no son tan voladoras.
Entre los otros sueños hay sin embargo una gente sociable del amor tan confiado. Ellos se quieren enamorar bajo unos días de besos que no cesan de tropezarse entre los poetas universales. Luego hay unos músicos y ellos son más bien evocadores de unas músicas de paz mundial. Lentamente hay luego unos versos de vida que ahora se recorren por entre las villas del furor del campo primaveral. Mientras tanto hay un muchacho que mal esperó por un abrazo de alguna mujer que amó con locura. Pero ella parece ser una mujer perversa. De todos modos el muchacho si se dejó cautivar por esa mujer de maldad bajo una mañana chorreada de soles grisáceos. Ahora entonces él se siente con su corazón roto y él ya casi no quiere pensar en su susana traidora. De pronto por ahí él sólo se ve volado de su vida pesarosa. El muchacho se vuela por ahí nomás de su realidad leyendo una literatura fantasmagórica. De hecho hay allí adentro de su alma hay un escritor libertario. Ahora todo se desaparece con la blancura de las nubes. Luego para mí dejo el poemario y enseguida me veo mejor una pantalla de cine. Así que hay una angustia visual que se hace tan palpitante como la angustia poesiana. Todo aquí va siendo rodado como una vida de película realista. Esa cinta trata sobre una invertida susana perversa. Entre otras cosas veo que la narración visual fue creada por el cineasta Luis Buñuel. El hombre cineasta fue un director de cine surrealista y luego él hizo algo de cine reflejista. Fue así entonces Luis Buñuel quien se dispuso por retratar una historia de vida con la susodicha mujer; la susana perversa.
Pero digo otra cosa bien importante y sucede de qué hace unos años atrás del tiempo hubo un sueño de cine surrealista con el perro andaluz del buñuel. La cinta del desequilibrio tuvo mientras tanto mucha acogida por esa crítica vinagrosa. A los críticos del ayer les gustó mucho la obra del cineasta español. De todos modos hoy aprecié mejor la obra de una susana perversa. Yo la veo otra vez para criticarla más justamente. Rememoro ya entre las imágenes de que hay una mujer no tan desbordada de perversión. Susana tomaba más bien unas actitudes de niña malcriada. Ella se lo pasaba cargada de furia contra su propia vida sufriente. La mujer andaba retraída desde que estuvo muriéndose en un reformatorio de porquería. Ella por su parte se escapa pronto de allí ante tanto sufrimiento discordante. Era ella apenas una mujercita algo desvariada. Entre los días se supo que susana dormía entre unas y otras ratas putrefactas de cañerías. Luego ella despertaba bajo su soledad de sin amigos y sin su vida cotidiana por la causa de su menguado encarcelamiento. Por tal razón susana decide escaparse de su calabozo. Al rato ya se sabe que dicha mujer se presiente con una infancia absolutamente dislocada con su tiempo normal. Se presiente además de que susana quiere liberar toda su represión sexual. Por si fuera poco yo veo ahora que nuestra protagonista llega a un pueblo de lo más tranquilo. Ya luego de que ella se pone a vivir de sirvienta en la finca del señor Guadalupe; vemos que esa misma mujer, pone a casi todo el pueblo con la pura locura suya. Eso deja entonces un desborde de liberación por parte de algunas personas que se sienten mal reprimidas. No hay sino ausencia de esperanza cuando una persona se sabe bajo la oscuridad del olvido; así nomás, la lluvia de la noche se chorrea por entre la orfandad de una susana cargada de soledad.
Ahora no hay nada de nubes de blancura. Puramente hay hoy un largometraje que me gustó por los ratos tan chistosos. Hay unas paradas en donde se resuelve un ambiente de compasiva pesadumbre con los hombres babeantes por esa mujer facilona de susi. Además hay otras partes de la película que son bien jocosas. Por ejemplo hay una parte en donde los campesinos se mueren por tener una francachela con la divina de susi. Por tal razón hoy veo de qué ayer no se hizo tan lento ese melodrama de la risa pegajosa. Ese pasó así porque el sentimiento que hoy dejan todos los enamorados de susana. Todo allí se divierte entre un baile de alma grises que quieren amar a una muchacha tan gris como ellos.
Pero antes bien, si hablo un poco sobre el director español, veo que Luis era amigo del escritor Julio Cortázar. Así que tal vez por eso había un reboso de humor en toda esta historia muy dramática. En mi caso yo digo que no sé tanto de cine. Pero hay adentro del teatro de susana una chabacanería más bien contagiosa. Esa cosa de mofa contra la farolería me agrada pero de lo lindo. Eso ver a mi susi del socorro es ver una chespirita del cine arte. Además yo siento que un espectador de chaplin se ríe también hasta más no poder con las ocurrencias de Susana y todo su resto de amigotes. Pero hay que decir que ella viene siendo una payasita finalmente. Así que hay que morirse con todas esas bromas hasta quedarse uno cansado de tanta risa reunida; eso es lo más usual en esta cinta tan colorida.
Pero sea bueno o no sea tan bueno, quiero decir una cosa clásica; pasa de que hay unas paradas de imitación también algo cantinflona. Eso es buenísimo en comparación con mi susi sin rumbo y ella sin su vida equilibrada. No falta sino la madrina de cantinflas para cerrar el cuadro del curioso amor. Por lo demás ahora digo que la sociedad parecer ser algo inocente. Y eso no es una cosa nada mala para este género del arte antiguo. Para mí tal infancia resulta ser una oportuna conspiración de bondad. Eso demuestra además la normal amistad que tiene la gente de toda esa ciudad mexicana. Su cultura por lo general habla mucho del hola mano y con el hola don anastacio. Por lo tanto yo siento lo popular como algo puro y con puras almas blancas; entretanto, yo veo la vida mexicana dejando con lindura, un sabor a boca de diversión.
Ahora bien, sobre otras cosas idealistas, si vuelvo al film de susana, hay igualmente predispuesta una sosegada perversión en su profundidad de ella. Además faltó ver nomás a Susana con los calzones abajo y la falda subida. Luego ella algo desnudita entre los brazos de otro hombre por ahí tan dicharachero como ella. Y así entre lo impuro se presiente lo loco de una sociedad loca. Entre otras ideas yo no tengo dudas de que la mujer era atractiva pese a sus tantos arrojos de la infidelidad. Pero por si fuera poquito hay todavía otro conflicto y era ese gusto de susi por irse de pronto a la cama con cualquier hombre que fuera suyo por entre su destino. Entretanto las intenciones de esa mujer suceden por ese mundo suyo tan vacilante. Era susi una mujer con ciertos desequilibrios mentales y por eso su actitud tan golpeadora con el capataz y con el literato. Se sabía ella sufriendo entre ratas de alcantarillas. Quería poner entonces ella su sufrimiento en la otra gente. Además su vida se sabía sin vida mientras ella se moría adentro de su mazmorra viciada. Ya más luego de esa fuga suya; sólo hay un paseo por un pueblo algo suyo y tan campestre como la selva virgen; por lo tanto, si hay un buen cineasta mirando ese cine del ayer; dicho cineasta presiente un sinfín de fatalismo. Así que luego del tiempo sin tiempo se aparece la policía y ellos dan por fin con mi susi farolera; sólo entonces así, para ese sin final suyo, ella vuelve al abismo encarcelado y ella, otra vez, sin su vida de libertad y luego se apaga su otro día de arte sin el arte de mi susi del socorro.

Rusvelt...

miércoles, 21 de abril de 2010

LA POESÍA DEL ENCANTO

La poesía es la melodía del universo en
el corazón de los humanos.
Rabindranath Tagore

Hay hojas de libros que se van meciendo al vaivén del viento matutino de unas y otras ciudades literarias; son las ciudades que ansían la erudición. Ese recuerdo sólo te deja por supuesto una sola metáfora de enseñanza filosófica. Pero ahora estas mismas hojas de dibujos imaginados con la memoria van siendo ellas arrulladas como adentro de un mar en tiempo de luna llena. Ese sueño es la vida de los sueños. Así nomás que por esa magia abstracta yo hoy presiento de que hoy hay de cierto de que gracias a la filosofía del mundo hay mejores acciones y así ya puedo desvestir mejor los más intrincados misterios de toda esta otra montonera de humanidad; fuera de yo poder entender más lindamente las otras formas de otra vida exuberante; que se presencia en los otros universos del infinito. Eso son unos universos majestuosos que todavía siguen siendo insondables para la capacidad sensitiva del ser más o menos sapiente. Así que toda esta vida mundana es a la vez un forzoso sendero de barro por entre donde cada ser va andando unas tantas y otras cansadas experiencias de nuestro ser profundamente inmortal. Pero el paseo por el jardín del saber no sería posible sin la belleza de un lenguaje evocador de vastos juegos simbólicos que vienen y se engendran entre los tantos sonidos cantores de la boca del hombre imperfecto. Cada lenguaje son las señas y las parodias y ellas resuelven ser además el divertimento de unas vastas significaciones risueñas como también los gestos son una comprensión rabiosa del sentimiento del alma, un alma algo enclaustrada, ella, sin libertad artística. Las palabras de rayas y dibujos rudimentarios me son ante todo una abstracción dada sin fin y además me son las palabras y las oraciones una manifestación de otro universo intrincado. Asimismo el lenguaje me Parece ser particularmente un montón de galaxias, ellas, creadas por el hombre que se enamora por ver los otros mundos embrujados entre las lluvias perladas. Fuera de eso y tantas cosas yo entiendo que el lenguaje por escrito me permite inventar un propio imaginario sobre mis vidas alternas; me deja navegar por entre las otras mentes y asimismo la literatura, ayer y hoy, me permite expresar con mayor fuerza, el sentir del mundo exterior que hoy me acompaña algo tristemente, pero cuando hay veces cuando me pudo ver al mundo con algunos resoplidos de la esperanza. En mi otro caso al igual que los escritores fantásticos; puedo elucidar que con la literatura se reluce otra posibilidad de vida en donde también yo soy quiero ser parte de esa grandeza natural y transformadora. Y ello de sufrir una muerte amiga, ello de ser feliz con los amigos, ello de besar a la mujer que amo, ello de inventar otro cuento posible y ello de la verdad de querer pasearme por entre los infinitos romances del infinito; ahora nomás, la virtualidad de la ciencia ficción, ahora, ello, no viene siendo sólo un sueño perecedero y ellos no sólo viene siendo una fantasía, por parte de los espíritus terrenales. Ahora comprendo que los espíritus caen con una mayor evolución del cosmos y enseguida ellos vienen deshojando el decurso de sus tantas existencias, ellos van descifrando sus vastas experiencias de vida; tras los largos años de ir queriendo rebuscar un progreso más poético y más metafísico, entonces hay bien comprendido un beneficio para ellos y para sus amigos semejantes, igual, yo siento que tal pensamiento de inmortalidad se va clarificando, por alguna parte científica del hombre, además de sentirse otra sensación de presencia humana, tras el instante cuando cada ser humano, tiene visiones y demasiados sueños de su antigüedad. Ya fuera de esta idea, hubo antes otras experiencias bestiales y ellas se descubren, gracias a la antropología y a la historia.
Sólo entonces, por una obvia razón de mi pensamiento, ahora puedo elucidar el resplandor futurista de una sociedad más apacible. Veo para el día del hoy de que nosotros como seres humanos ya nos estamos pasando de una comprensión fenomenológica ideada por Husserl a los otros traspasos de una espiritualidad, más significante y que se funda más bien tras la enseñanza kardesiana. La humanidad no se puede quedar atrás entonces con lo de atrás solamente. Antes bien tendrá que seguir construyendo otras formas de arte abstracto. Tendrá que hacer mayores libertades sobre saber vivir con más tolerancia entre todos los pensadores buenamente. Además dicho movimiento de amor y de sabiduría deja lentamente un tratamiento de regeneración intelectual y moralista para la humanidad. Por lo pronto se va a fortalecer más y más la idea de humanismo desde su propia fuerza ilustrada. Habrá más comprensión sobre dejar el mundo y sobre el ingreso a otros espacios espirituales. Algunos incrédulos mientras tanto pueden decirme que yo estoy loco y ellos se podrán burlar de mí. Pero eso pasa porque ellos son algo ciegos de la verdad. Puede que los filósofos tampoco me pongan demasiada atención. Los tercos son tercos y se quedan entonces con sus paradigmas fatalistas. Pero si soy sincero yo veo esta ciencia del espíritu como una verdad que no viene para ser una mentira de simple rato sino que ella viene para rejuvenecer al mundo con la hermosura de su filosofía y su indudable transformación de vida. De hecho todos los argumentos que yo acabo de derramar junto al silencio ellos se saben bien comprendidos por parte de los clarividentes del ayer. Lógicamente algunos de ellos estudiaron hace cientos de años atrás tal filosofía espiritual. Nomás sobre la esencia de sobrevivir a la muerte hay ya resuelto un axioma más que obvio. Desde los años del atrás se fue tratando profundamente esta idea de comprensible y real. Por lo poco de la razón hay aquí creyentes hinduistas que saben sobre la trascendencia del espíritu. Fuera de esa idea de años atrás, hubo algunos filósofos griegos como Parménides, Pitágoras, entre otros idealistas de mente despejada, hablando ya sobre los misterios de la inmortalidad. Ya sobre el mismo hecho, se saber que por lógica se transforma la carne del cuerpo perecedero. Pero al otro tiempo, el alma sigue su andar mágico, por entre la otra vida, luego ella y de pronto se desprende de la materia, al momento de dejar su carne, tras la perdición de su envoltura carnal, una carne que fue antes como un vestido suyo.
Ahora bien, una vez el alma deja su vestido cárnico, ella, pasa lentamente del espacio mundano al espacio espiritual y ello se sabe gracias al libro de los espíritus. Mientras tanto hay algunos seres espirituales que llegan al universo insospechado. Pero tal llegada se hace velozmente o lentamente. Eso va de acuerdo a su sensibilidad bondadosa. Además dicho traspaso de grandeza se hace de acuerdo a la elevación o la involución del pensamiento del espíritu más o menos atrasado. En esa medida pues si hay seres mundanos que no son muy evolucionados y ellos se quedan sufriendo bajo los astrales y bajo los parajes del umbral. Así que ellos por ser necios no hacen sino errar por entre sus tiempos oscuros del delirio, igual, si ellos hicieron desorden en su espacio de vida y además si ellos mataron y si ellos se lo pasaron en la perdición, pues los malvado, tienen entonces más penas por sufrir, por lo tanto, ellos se quedan divagando por entre sus desvaríos lógicamente y así nomás por mis propias rebeldías y por esa falta de poesía, yo veo como un ser atrasado de ilustración.
Sobre estos parecidos ideales, yo comparto con mi cuidado acierto, tales sabidurías del ayer repetitivo. Entre tanto, durante el tiempo del hoy, hay una sensación de sabiduría bien enunciada por otros oradores clarividentes; entre ellos ingresan, el maestro Emmanuel, el orador Divaldo Pereira Franco, igualmente, puedo evocar al doctor Adolfo Bezerra de Meneses, la señora Amalia Domingo soler, entre otros tantos evocadores espiritualistas. Así que hoy al día hay otros estudios que tratan más sobre las sensaciones de la condición del alma, la condición de cuerpo etéreo y por lo último se habla también demasiado sobre la capacidad evolutiva del ser humano. Pero hay que decir que estos últimos pensamientos fueron fuertemente trabajados por el Aristóteles del ayer; un filósofo griego de fama por su tanto conocimiento del universo. Así que entre los años más antiguos de su vida, él ya sabía discernir sobre toda la esencia del ser humano suyo, además, luego comprendió que su alma individual era de una soberanía inmortal. Pero hay que escribir obviamente de que todo el progreso del hombre del mundo se da gracias a la pureza de la poesía y gracias a la fuerza tan significante del lenguaje. Sin esas fuentes del saber no se hubiera podido levantar ni una choza de paja, ni una máquina de escribir. Por medio del lenguaje el hombre moldea la cosmología de su universo y de su sociedad cultural. Además la comprensión de todas las ciencias filosóficas y todos lo tratados científicos se dan por medio de un lenguaje que se hace más o menos entrecerrado, entre los grupos de cada ciencia específica.
Sólo entonces así; tras estas muchas resoluciones de inspiración; vemos luego una poderosa iluminación por parte de los escritores. Ellos así en lo seguido fueron rompiendo la puerta del otro espacio universal; el espacio fantástico, antes ignorado por la gente que vivía entre el chisme y la patraña de la ambición, pero ellos olvidados por la erudición literaria. Menos mal había una poca gente que de golpe si se interesaba por la escritura y el habla del cosmos y el origen de las nebulosas. Por lo tanto de entre los tantos escritores ingresa Lewis Carroll con sus cuentos de hadas y así sus cuentos tan supremos por esa fuerza de sensibilidad que se siente tan humanista. Fuera de lo demás el escritor Lewis recrea también un relato de Alicia en el país de las maravillas. Eso es una ficción real adentro de una imaginación de la niña Alicia. Allí ingresa entonces a la preciosidad de creer en lo que parece imposible. Así que ante la realidad del artista todas esas historias son las maravillas de los otros imaginarios universales que bajo el mundo de la tierra no podemos crear todavía porque todavía somos bien atrasados en relación con las otras ciencias que hay que descubrir y luego de ser reveladas habrá que tratar de estudiar cuidadosamente sus mayores enigmas. Entre ellas ahora se estudia la ciencia del sentido paranormal, pero por mi parte, yo otro soy otro atrasado mundano, entonces, no puedo encender las otra llamas de la sabiduría; apenas saco por ahí una que otra chispa de conocimiento extrasensorial.
Ahora bien, si miro otro rato de literatura, enseguida viene con algo de poesía y se me aparece; Gustavo Adolfo Bécquer. Por su puesto él fue un escritor romántico de los mejores que manejaron el terror en la ciudad de su sevilla española. Bécquer por su parte viene aquí al mundo de los burlones y tras los pocos tiempos de vida su narración va recreando unos y otros relatos de absoluta fantasmagoría. Luego él revienta unas atmósferas trágicamente tenebrosas; adentro de los parajes rulares de su ciudad poética. Además eran sus leyendas y además eran sus rimas de un sobrado salto de vastos gritos espectrales que iban siendo evocados al ritmo un desborde paradisiaco. Ya fuera de esas historias arremetedoras fueron resurgiendo entonces otros tantos sentimientos de ultratumba. Claro que Bécquer también fue sintiendo todo ese montón de sensaciones de muerte al paso de su propia existencia. Era una vida suya tan llena de misterios suyos y algo sufrientes. Pero durante su mismo tiempo histórico tuvo que aparecer la invención poética de Victor Hugo para así fortalecer mejor al romanticismo europeo. El poeta francés entre su voz si era una poeta revolucionario y Victor Hugo si fue un libertador de larga entrega literaria. Francia revivía entre tanto sus más latentes desgracias humanas de aquel tiempo inquisidor. Así que vino Victor Hugo y de golpe acogió esa época algo suya entre sus letras de vida y de pronto las retrató como ningún otro escritor compasivo con los desechables desarrapados y ellos sufriendo sin nada de una vida digna. El poeta si era entonces un hombre que sí era hombre por su discurso tan bien gritado en compañía de la gente menospreciada. Además su discurso era también algo silencioso cuando lo evocaba junto con la literatura solitaria. Ya tras todo este romance de arte pues el escritor poético de Bécquer y la poesía de Victor Hugo para mí han sido las mejores entregas del romanticismo en esa relación con el saber verdaderamente lírico y ensoñador del encantamiento.
Mientras tanto ello de narrar lo triste y lo bello viene dejando un profundo significado para el discurso profundamente volador. Desde el arte la escritura tratar de dibujar una y otras realidad que forja con las palabras sustraídas del mundo existente. Tal creación de magia pues viene siendo un giro de sobrada imaginación. Por lo tanto yo me alejo de mi presencia existencial mientras me dispongo por escribir un relato de fantasías de gnomos y de miserables en tiempo de pesadilla. Debo alejarme un poco de mi instante para fundirme así junto al realismo mágico de los otros espacios fantasmales. Hay que procurar por lo pronto una metamorfosis de Kafka al momento en donde se escribe un relato lleno de la alegoría perturbadora. Así que hay que repintar así nuestra ciudad y las otras ciudades culturales del mundo que se siente algo errabundo. Además es rozar por lo menos esos momentos preciosos de la vida que presencias de los otros paseantes y ellos en las calles y en los callejones cotidianos. Presentir la historia que pasa con la mujer rubísima con la que te tropiezas en la buseta de tiempo tras el otro tiempo invertido. Luego poder imaginar como fue el homicidio de la jovencita bogotana que fue disparada hace unos pocos meses en alguna placita de suba. Luego tratar de ver a los dos rufianes del mal. Por su parte ellos corriendo despavoridos por entre los árboles nocturnos y luego ellos asustados ante el crimen del desprecio humano. Ahora pues hay que sentir la vida triste de una cantante francesa del canto pop susurrante. Saber que ella se siente llena de ausencia por lo bajo de sus canciones lloradoras. Resolver que su fama no la hace realmente tan feliz sino que su fama se resiente en ella algo así como una perseguidora de la apariencia. Ver que ella es quien va detrás de su muchedumbre delirada. Por lo otro del ser sólo al otro día despertar otra vez y ver ya los días sin su tiempo real. Ahora entonces todo hay adentro del amor que no se acaba y no tiene fin. De hecho el amor de vida es algo así como un laberinto sinfín de hombres y de mujeres ingeniosos. Pero ellos mirándose como unos seres muy enamorados y luego de dejan algo desenamorados. Pero cuando vuele el encanto más bien ellos enseguida vuelven a andar por entre los gritos voladores de sus almas, tan vivas, tan libres y ellas y sólo ellas, no se sienten cansadas de pasearse por sobre los tantas existencias de la eternidad universal. Ello viene siendo la eternidad de los vastos universos que algunas almas de pronto vamos comprendiendo al ritmo de un asombro desconcertante. Por dicho motivo empiezo a saber que con los años el discurso del habla, no viene siendo tan similar contra los otros discursos; ellos evocados en los otros años de la antigüedad griega y hasta en los primeros pasos de la tribu fuertemente egipcia. Pero si hay veces cuando los discursos del hombre se forman algo similares por esa esencia del cosmos. Se demuestra ahora un ayer de otras razas individuales. Eran unas tribus de seres humanos en donde los discursos eran también sobradamente preciosistas y ellos saltos de prudencia y elogio. Por lo mismo dichas razas pensantes al tiempo del tiempo ellas pudieron engendrar sus propios medios de conversación identificable. Ellos tras su paso existencial fueron andando en una relación evolutiva con los otros semejantes suyos. Como muestra probatoria quedan los vestigios de esa rituales y los pedazos de sus jeroglíficos más antiguos. Algunos símbolos todavía intrincados para el hombre dizque más moderno. Desde allí pues los sabios del ayer prontamente hubieron de idear unas memorables utopías de pensamiento fantástico. Luego sus tribus hubieron de reposar ese arte al otro tiempo en que ellos hubieron de materializar algunas ideas suyas lógicamente. Dejaron ellos recuerdos sobre sus tierras de vida y esos paisajes fueron tan naturales y tal vez de otra hermosura majestuosa. Por lo obvio hoy quedan sólo las ruinas de sus culturas. Quedan pedazos de sus construcciones. Se sospecha además lo curioso de aquellas vivencias que hoy son una presencia histórica. Sus diversas costumbres sirven además de prueba sobre la realidad de sus sueños vivos. Pero ahora vemos que sus imaginarios fueron engendrados por medio de un lenguaje bien reformado junto con la voz del canto. A la par de la razón resurgieron así pues todas aquellas ciudades embrujadoras. Entre las ciudades del asombro estaría el antiguo Egipto con sus pirámides amenazadoras. Fuera de otro movimiento ancestral hoy al día se sospecha que hubo una ciudad construida entre el mar y bajo la brisa crepuscular. Esa ciudad fue la insospechada Atlántida del naufragio perdido. Según Platón esa ciudad no era un mito ni una leyenda. El filósofo griego escribió además sobre la Atlántida un relato realista y con una dejadez de sospecha que se vuelve muy creíble. Así que yo le creo al sueño suyo que se hizo real con la belleza increíble. Nomás si la Venecia italiana se hizo sobre el mar porque la Atlántida no pudo ser una ciudad oceánica. De hecho todos los poemas que se inventan son una realidad alterna que luego se pueden volver creíbles. No ven nomás lo que antes pasó con el escritor Julio Verne. Para su tiempo los tercos decían que él estaba loco y chiflado. Ya tras los años de evolución el hombre tuvo que darle la razón gracias a sus inventos que ahora ayudan al mismo hombre. Mientras tanto solamente yo sí presiento que la Atlántida anduvo rebosada de vida y de sociedad por entre esas aguas verdes del mar.
De todos modos la voluntad de pensar hoy en día se puede dar gracias a un idioma cuidadosamente acordado y cuidadosamente aprendido entre los unos y otros homo sapiens. Pero de tanto cavilar el ser pensante, luego, yo, los que soy yo, sospecho que gracias a los escritos dejados por los estoicos, para los años de otras vida; no predominará un sólo lenguaje de palabras y oraciones, sino más bien que se hará presente la intuición y la telepatía entre los seres ya más ciudadanos del cosmos. Además por allá en la historia del ayer estuvo bien precisada una evolución interpretativa de Zenón de Cito. Ella traduce más o menos alguna clarificada idea de que mejor hay que escuchar más al espíritu del mundo y de que hay que hablar menos contra el amor del mundo. Sencillamente Zenón dijo para su tiempo; recuerda que la naturaleza nos ha dado dos oídos y una boca, para enseñarnos que vale más escuchar que hablar. Ya por tal hecho ideal se desprende del espíritu una efusión de pureza que viene siendo expulsada al cabo de su divinidad tranquilizadora. Desde luego se vienen enseguida los poetas imparables. Ellos entre tanto ya se saben ante todo como los videntes del otro cielo. Los poetas ahora más que nunca son los que desnudan de a poco la ensoñación de otros mundos que se saben todavía ocultos para las criaturas del mundo materialista. Por lo tanto se rompen algunos pedazos del otro espejo lleno de incertidumbre oscurecido. Luego sólo se ven llover algunas utopías sobre el inframundo de los simios sin pelos. Pero de pronto reluce algo de sensibilidad en los poetas. Sólo entonces ellos sueltan enseguida un fuego de creación fantasmagórica y algo surrealista sobre los apocalípticos de la superficialidad. Resurge así después del hombre toda la ansiedad por hacer más arte junto con el amor del alma y junto con la prodigiosa literatura del arte. Pero la poesía no es sólo hacer poemas al viento y ya nomás dejar que las hojas se queden en solitario. Para mí la poesía del encanto ingresa en la relación de tener actitud sobre depositar algo de afecto a la otra gente. El Cristo era nomás una incansada vida de poesía desbordada. Era Jesús lo más bello de la real enseñanza. Era que él era poemas de vida y era el amor para la vida que tanto nos golpea a diario. Así nomás que la lírica humanitaria gira entre todos los espacios del instante del mundo. El amor es además una vida que se revuela con la pintura y con la música de los artistas. La música es para mí entonces un vuelo de cantos vivos. Y la música es el lenguaje del alma. Esa musa no habla con las palabras y sin embargo esa música se siente como un barullo de melancolía o como un sentimiento de divina esperanza. Fuera de lo demás yo veo que hasta adentro de los discursos filosóficos, la rapsodia se atrae por si sola y ella se siente hasta en el silencio de una mujer sola, que se regusta, bajo la ternura de su baile por si bella. Eso es en sí la vida y la paz verdadera del infinito. Debe haber desde luego una metáfora de fraternidad entre todos los seres de la creación divina. Así que para mí no hay nada más regustoso que la entrega del romance ante tanto desconsuelo mal visto bajo esta ciudad de pulgarcitos que se creen dioses.
Por otra parte yo veo una humanidad recién aparecida adentro de un laberinto de vida despreocupada. Eso me deja una frase de visiones profundas como lo diría el filósofo paul de Francia. Trato mientras tanto yo de ver otra idea sobre la sociedad humana. En mi caso presiento a unos niños de corbatas rojas y negras. Ellos por lo general no dejan de mirarse frente al espejo de las muecas iracundas. Pero lo peor del caso es que ellos se creen grandes y no ven el cuento de que todos somos todavía unos niños burlones y algo inocentes. Fuera de esos espejismos presiento yo ahora de que son muchos los niños de la arrogancia y eso se debe por la propia ignorancia de querer encontrar la sabiduría. Menos mal hace unos pocos siglos del pasado; vino Sócrates al mundo y de pronto nos dijo; La sabiduría se fundamenta en reconocer la propia ignorancia. Además como diría Julián Zini; Sólo es joven aquel sujeto que sigue aprendiendo. De allí se resuelve una lindura ideal de que hay todavía niños en solitario quienes ellos se pelean todavía entre la actitud del bien o entre la equivocación más negra del pensamiento, lo cual conlleva al orgullo decadente. Ello de lo bueno y lo malo no puede resolverlo el hombre tranquilamente. Hay veces cuando sus pruebas del destino tratan de retrasarlo debido a sus equivocaciones y desvíos por el abismo del mal. Además los niños todavía son algo dubitativos por la causa del sin rumbo más bien incomprendido. De hecho ellos no estimulan la toma de decisiones correctas. Así que ante la duda del sapiens-sapiens hay de pronto un gusto desbocado por tomar el abismo de las cavernas. Menos mal hay otra minoría de humanos quienes toman mejor por el sendero de los jardines en tiempo de primavera, sin embargo, la realidad del hoy, toma un naufragio de horas inútiles y luego se resuelven unas existencias desperdiciadas.
Pero es cierto de que hay veces en donde toda la vidas se hace como una atmósfera saturada de nubes negras y es allí que con la vida cuando hay que ser más fuertes contra las borrascas malévolas. De inmediato hay unos ángeles que se caen al vicio más horrendo del sin sentido de lucha. Pere luego se aparecen otros ángeles que siguen peleando por la mejoría de su intelecto y de su discurso de beneficio social. No es tanto una retórica lo que ahora riego al silencio sino que sólo susurro ahora un discurso por querer recuperar la voz de la justicia y la igualdad entre todos los seres de la humanidad. Por dicha noble razón también se debe saber de que hay unos poemas hermosos de Eduardo Carranza. Entre algunos de ellos hay algunos de ellos que son bien colombianos y así por lo tanto y por lo tranquilo del día presiento el lirismo suyo de la preciosidad. Esa pureza del poeta va apagando entonces las superficialidades del mundo tristemente burlado. Entre los versos del poeta colombiana hay entonces un canto del olvidado donde se tiene sed y la amante es el agua. Por allá donde él vive entre los dormido y se divierte entre las luces de su alma. Asimismo hay un presente donde él es un olvidado que quiere rejuvenecerse con los besos del agua entre las rosas. Ahora entonces veo un verso de Gloria Posada sobre mi memoria perturbada. La lindura de la poetisa se me revolando como una noche espejada y su beso es una visión de madrigales en tiempo de lluvia y nieve. Mientras tanto, los poemas, tal y como lo diría el Borges; un poema es un pedazo de un gran poema. Además y tal vez como lo diría un Graham Greene; una historia no tiene ni principio ni fin. Sólo luego así yo pienso de que la historia como el poema; resulta siendo una continuidad de infinitos espejos que me conllevan a otra historia y así hasta el sinfín del otro sinfín primaveral y así hasta el otro espejo donde hay más espejos de fantasía. Enseguida yo pienso todos los poemas como unas obras realmente supremas. El verso es tan sublime que de pronto me hace ver un cielo de sirenas nocturnas en donde sus nados se bailan alegremente. De igual manera el poete cuando inventa un poema a la gente ya enseguida surge un estímulo por hacer regeneración con el mundo y en compañía con toda la orbe mundial. Pero todavía hay una muchedumbre indiferente, ellos, si tan siquiera, sin un respeto socialista, ellos, si tan siquiera, sin un deposito de poesía y ellos abajo de sus propias enfermedades imperfectas.
Así pues, luego de esta mencionada evocación del poema hay muchas veces cuando viene siendo mejor hasta el silencio. Dejar ir soltando escasamente el reboso de una escritura sin bulla y junto a la noche de los poetas muertos. Luego no querer botar los malos chillidos de grosería contra el otro semejante. No hacernos tan llenos de rebeldía. Ello ingresaría de alguna forma sobre la digna comprensión del discurso. Allí nomás con tal voz acallada pronto se estaría haciendo un discurso dejando vociferar el otro discurso que se opone al otro análisis reflexivo. Por el hecho este ser que no hace sino hablar, no escucha casi nada bueno, ni él se escucha, sólo él decide imponer sus ideas, tanto con algunos aciertos como con unas equivocaciones, que no tienen razón de ser repetidas. Pero por más discurso político y por más parloteo social, visto en los oradores, tal vez correctos, pronto se sabe que la pureza del ser humano, viene siendo la real poesía del encanto. De hecho el poder de transformar se enciende con la imaginación ante la noche más negra de cualquier angustia espantosa. Ya de repente lo supremo de la sensibilidad humana se va reposando junto al susurro de esperanza. Luego todo se mece entre una canción de luz dada para los niños más huérfanos del mundo. La poesía de la acción mejora además un país colombiano; una lokombia, que hoy sólo grita su abandono en las afueras callejeras.
Ahora bien, luego de pensar un rato mi sueño, resuelvo que junto al rio de las rosas de olores blancos, por lo pronto, se esparce la obra de cualquier artista comprometido con su causa de limpiar tanta contaminación inútil. Además, sin la caricia de un abrazo vivo, no existiría ni siquiera, el ser ni la nada, no habría lindura estética para el hombre. Al mismo traspaso de los días yo siento luego de que no hay un tiempo finito sino más bien que hay una vida tras otra vida. Eso es algo así como un tejido de sin número de experiencias que se saben adentro de los otros eternos paraísos y atrás del inhóspito umbral del atraso social. Mientras tanto el hombre se hace más o menos evolucionado de acuerdo a su decurso por entre las épocas históricas de los otros mundos. Pero todas las existencias del alma, algunas se ven paseando en sufrimiento y otras, no tan sufridas, tal realidad, se sabe de acuerdo a las libres escogencias, que el ser recoge del amor o del desamor infalible.
Luego hay metamorfosis y luego hay otras metamorfosis. Ante las tantas experiencias de la vida él luego no será el ser humano del ayer sino el ser espiritual y el ser sobrehumano del futuro incomprendido. Así nomás que junto al instante del hoy vamos sabiendo al homo sapiens y sapiens como un ser de mayor trascendencia espiritual. Como si fuera poco vino Paul Ricoeur al mundo francés y al rato tras rato nos dijo que el lenguaje como discurso nos permite una cualidad de acontecimiento y de sentido imaginado. Fuera de eso para Paul una palabra no es verdadera ni falsa porque ella carece de complemento. En mi caso de abstracción yo estoy de acuerdo con su juicio hasta cierto lugar de expresión. De hecho sucede en mi algo de duda porque hay palabras; que aunque no sean verdaderas ni falsas, ellas, te dejan la representación del axioma, un axioma que no se puede desparecer por arte de magia. Entones para mí la función de las palabras tienen que ver con la representación de esa realidad que nos rodea indiscutiblemente. Además hay unos vocablos que siendo evocados me dejan algunas sensaciones de sosiego o de muerte y luego esa señal me conlleva a mis acciones, más desastrosas o menos equivocadas.
Ahora al día de mi noche, por mi parte, trato yo de coger un discurso más igualitario y con algo de más honestidad, yendo contra la toma de otro discurso, el discurso del engaño y de la patraña camuflada. Al volver a otro sitio de discurso yo razono una cosa de que hay seres de sobrada evolución para este mundo que los otros seres y ellos distraídos del saber razonar. Así que sobre los evolucionados veo que ellos ayudan al progreso de las razas de mayor atraso intelectual. Entre tanto yo veo que estos seres de sabiduría pueden develar mejor los misterios de telepatía y los más hondos secretos de la parapsicología. Sería entonces tal conocimiento un discurso de renovación ante la realidad de lo extrasensorial. Al mismo tiempo todas estas cualidades que despierta el hombre son tan necesarias para poder así trascender en la trascendencia de una humanidad tan degenerada. Pero todavía hay un problema de tantos problemas y la falla se da porque hay gente perdida de una supremacía metafísica. Pero antes que nada me digo una cosa bien importante; la cosa más racional hasta hoy viene siendo, la búsqueda de sabiduría, durante el aprendizaje científico. Pero de tal investigación yo me dejo enseñar por los pensadores del ayer. Mientras tanto se resuelve que los sabios del ayer estaban sobrados de un conocimiento ensoñado.
En mi caso develo que la humanidad del ayer, pasó años en procura de una experiencia más evolutiva que la simple vida mundana. Esa vida mundana para los pensadores griegos era una vida que se sabía antes tan represiva en su tierra como para los tiempos rebeldes de los días de hoy. Del mundo antiguo se desprende entonces lógicamente una mayor comprensión sobre el mundo y eso de la ciencia se debe gracias a la filosofía que los griegos y los estoicos; nos dejaron, luego del decurso mundial que ellos vivieron en su tiempo relativo. Igualmente fue descubierto al ayer un desinterés sobre las cosas materiales por parte de los antiguos sabios. Sospecho y escucho entre voces invisibles que en ellos había más una ansiedad por hacerse ellos más sutiles y ellos por querer ser más luz de vida.
De todos modos hay todavía una ignorancia que se rebota contra la sabiduría. Por dicha actitud de error; tal y como diría Julio Cortázar; el verbo de hablar, luego se desboca en horrendas acciones de muerte y en los crímenes más desperdiciados. Ante la grosería pues sólo hay que ir contra la corriente de la vulgaridad. Por lo obvio se debe procurar el uso respetuoso de la idea y del pensamiento. Seguir asimismo con las miras del porvenir universal. Desde luego para pasar a esta elevación debo alimentarme de un escrito que sea bien científico y filosófico y lleno de armonía ciudadana. Así ya más luego voy poder comprender mejor los designios más adecuados de mi existencia y no me meteré al mismo tiempo en tantos conflictos que se promueven con la indecencia. Ya después renacerá en mí un propio estimulo por manejar mi lirismo soterrado que ante no había despertado. Así que nosotros en vez de pelear debemos recuperar una preciosidad de sentimientos para dejar así atrás un mundo tan sufriente. Esa tal vez será una mejor alternativa de imaginación. De hecho, hoy diría el poeta Juan Gelman; La identidad de un pueblo no se hace sin la buena memoria. Ese aforismo para mí viene siendo una verdad indiscutible. Además yo pienso que una cultura humana no se construye sin los ríos del relato y sin los mares de la novela de la poesía. Hay que ser sólo entonces unos poetas rebosantes de armonía cuando se suelta el riego de una lluvia florida. Regar la lluvia sobre las otras almas que se lo pasan sin saber si quiera de una creación ficcional.
Pero claro que no discuto que el ensayo te deja desde su estudio unas relaciones tanto externas como internas del ser idealista. De a poco con un escrito entiendo cómo se mueve una presencia de vidas infinitas. El ensayo te deja además las formas de unos colores bien colorados. Entre otro pensamiento yo sé que con las voces susurrantes, el hombre dibuja sus propios sentimientos, ellos, sean tanto de odio como de amor, una sensación que antes era algo imperfecta de expresar, por parte de los primates.
El habla en todo caso fue el susurro de los indios durante los tiempos pasados. Pero luego vivimos otras noches tan presenciadas de otro arte. De repente revoló el viento de la fantasía. Los silencios se hicieron bellos entre los niños enamorados de una naturaleza viviente. Al rato se vieron relucir las auroras a lo lejos en el cielo. Por lo pronto se vieron los dioses de una bondad mitológica. Enseguida renació una necesidad por reposar el discurso bien creado entre los papiros del mundo primitivo. Ya tras los otros días hubo de ser recordado igualmente un preciso instante en donde hubo de ser inventada la escritura. Ella era tan sublime que podía ser tan fantasmal como un abismo de mariposas negras. Al hoy todavía la escritura te puede matar o te puede dejar con vida. Esa reina es desde luego tan arrasadora como un huracán de mares y de vendavales enfurecidos. Sólo así que entre esa iracunda voz profunda se fueron abrazando las ideas entre los lienzos del papel y de a poco se fueron depositando las imaginaciones del ser inmortal. La literatura nos permite desde lo fugado volver a nuestra memoria tardía. Fuera de cada cielo todavía se resiente el arte de escribir al fondo de las cavernas de piedra más antiguas del hombre primitivo. Es por tanto que dicha expansión del pensamiento fue concebido por ningún azar del origen abstracto. Ello viene del ser que es capaz replegar su ser maravillosamente. Así que por mi abstracción conseguida, hoy sé de que todavía hay misterios tan profundos como el mar de los tucanes; luego de pasar mis viejos años, bajo cada ausculto disfraz de hombre, siendo tanto negro, mestizo y como blanco y rojizo.
Ahora bien, sin un final de metáfora y sin un final de novela, yo, ahora veo relacionado todo un sentido de interpretación literaria; gustosamente abrazado al juego de una intuición encantadora. Eso veo en el mundo y eso siento en mi pequeña habitación que apenas puedo ver distraídamente. Del juego literario veo enseguida un cosmos ululante. Yo lo presiento como renacido entre todos los sueños de cada ser vivo y algo intimista. Por lo poquito hay una lenta extrañeza por el canto homérico. Nomás ese sueño del Odiseo perdido entre los dioses va deshilando los más lindos pensamientos de que hay ángeles supremos y eso antes iba enredando al ser primitivo del ayer. Luego y lentamente se suelta un barullo de sirenas sobre los cielos de un Odiseo que se sabe perdido de su ciudad Ítaca. Ello deja entonces un sabor como del antiguo Adán que perdió todo su paraíso por haberse comido el fruto de la maldad. Más adelante yo sospecho ya un vaivén de telarañas utópicas, telarañas que trazan una mejor posibilidad de vida para las criaturas de razón terrenal y por eso hay necesidad de amar un discurso literario, una virtud que despeja los enigmas de la existencia y ya, listo, mañana haremos otra utopía, mejor para toda la humanidad.

Rusvelt...

martes, 20 de abril de 2010

LA TARÁNTULA DE SHANGHAI

La desgracia del amor se conspira por
el apego al desamor; mal inspirado,
entre casi todos los semejantes.
Veltiskin

Matar a las palomas con una cauchera reluce obviamente una mirada sobrepuesta del drama romántico; dado por lo sucio entre el esposo humillante contra un esposa suya, pero ella suelta por el cielo, pero ella suelta sólo hasta cuando ella, recibe de pronto su golpe de muerte fatal, tras volar tantos cielos del nido suyo al otro nido del desprecio y en compañía de otros palomos y ellos enamorados de su lindura. Así que dicha metáfora inmortal viene siendo una realidad que todavía se sabe mal vista entre las tantas ciudades del teatro de la vulgaridad. Sólo hay disparos y sólo hay un poco de gamberros matándose entre los infieles del amor pecaminoso. Por tal hecho de cobardía luego resurge tras la historia del hombre un montón de películas tratando sobre la intimidad violadora. Así que al tiempo del cine ya el disfraz del descaro se divierte mostrando uno y otro amor trágico a todos los vecinos del barrio. Ante todos loe escándalos diarios del desamor pues sería bueno evocar asimismo alguna canción de la reconocida banda de roksito, ella, bautizada como un sencillo placebo de rosas estrambóticas. Me gusta así pues el ulular de su obra musical. Entretanto la voz del cantante rarosito; no se cansa de gritar al revés sobre una verdad, ella una verdad de que todavía hay seres humanos oprimidos, seres de agonía, seres tristes, mujeres y hombres, ellos, siendo fuertemente recaídos bajo el mundo sufriente del delirio. Por tal motivo ellos son como los enamorados burlados. Sólo entonces ellos ya no pueden soportar su corazón de cenicero; tal y como lo dice, dicha letra extranjera del olvido, una canción que no tiene consuelo entre los desamparados de las calles frías. Sólo ellos vivos adentro del corazón de cenicero. Nadie matando el hábito que nos mata chistontamente. Al mismo tiempo del tiempo vemos el desprecio humano ya queriendo ser una realidad indudable. Todo mundo acomodado entre la gente mal acomodada. Así que dicho desperdició de pasión derrama se pegando enseguida contra la pantalla fantasmal del cine negro. Por esta razón de presencia agotadora sospecho una dama de shanghái con sus malos hábitos del romance. Ella parece una gallina sin plumas quien ella no cesa de brincar de una cochera a otra guarida de gallos pintos y bien rico de comerse a la gallinita desplumada. Además de la mujer se sabe igualmente una idea sobre la moral suya muy absolutamente perdida. No hay nada de beneficio suyo para su beneficio íntimo y menos que no habrá nada de comprensión de ella en relación con los otros semejantes de la rueda y rueda que te agarro mi gallina ciega. Así de pronto la tragedia una tragedia de amor se traga adentro de una obra maestra del tiempo antiguo. El drama se da con la tarántula de Shanghái. Los entre colores de blancos y negros de dicha cinta me fueron encantando mientras veía la historia fugazmente. Hay además unas locaciones que me son espectaculares para la muy relativa sensación naturalista que hay en los parajes del rio entre la selva misteriosa. Ello deja un sensato sentimiento poético de amor con la vida salvaje. Veo además que durante los años de posguerra fueron los momentos por los cuales se grabó esta película de abomina amorosa. Luego de una segunda guerra mundial se estrenó la narrativa visual de Welles y un maestro del séptimo arte. El conflicto entre las guerras se sabe que lentamente se fue tranquilizando con la pura fuerza de masacres inmoladoras. Tal arrojo del cine deja enseguida un gustoso tratamiento por sobre la historia de una desdicha de juegos besucones y ellos pues al final terminan siendo algo fatalistas. En todo caso cuando se critica no es sólo echar premios y dar fiestas de folclor a cualquier director que se aparece con una capa de superman. Esa no debe ser la finalidad de la crítica señaladora. Pero al ver este cine de cines yo veo hoy una dama de Shanghái todavía siendo un clásico de todos los tiempos artísticos. Esa historia del amor me encantó desde sus variadas formas impresionistas y algo surrealistas. Hay un sabor de versos entre los besos de los protagonistas cuando ellos estuvieron actuando hermosamente.
Ya sobre las tantas desgracias humanas ingresa la dama de shanghái con sus arrebatos febriles de irse pronto a la cama con otro hombre que no es su marido. Ella queriendo procurar al Michael de sus sueños efímeros. Mientras tanto sabemos un libertinaje de hombre y mujer en la historia del filme y ello viene siendo una atractiva obra, por parte de toda la invención poética, que hay en el guión, bien trabajado y bien representado, por parte de los protagonistas.
Ahora bien, sobre otra propio caso de crítica, yo, lo que soy yo, nunca me voy a poner con ninguna falacia de taponar los boquetes de una mala obra de arte. Tampoco me voy a pones con nada de pañitos de agua tibia, que calman la fiebre matadora. De hecho al criticar un mal cine, por mi parte, no perdono un no fusilamiento con ninguna otra oportunidad de salvación. Asimismo no doy rescates de ayuda que no sirven sino para hacer más comercio inservible. Sólo quemo el revelado viciado y sin embargo no me lavo las manos como pilatos. Simplemente doy mi sentimiento de desagrado y luego asumo todos los disparos de defensa por salvar algunas ficciones algo deconstruidas. En lo absoluto hay que olvidar una pésima cinta si ella se merece su olvido por haber tanta falta de construcción artística. Por lo obvio parte del cine perezoso deber ser regalado para que hagan mejores cosas con esos malos chistes. De todos modos, hoy tengo que decir que el metraje de orson welles, para mí, queda indultado como el mejor gladiador de la roma antigua. Sobre lo de ser verdugo pues solamente lo hago para mostrar algo de reflexión; ante la comprensión simbólica y expresiva, que da beneficio a la sociedad en los casos más artísticos. Además quiero que se vea la otra puerta que no deja casia nada de esencia real al hombre. Hay todavía entonces muchas obras de cine que no manifiestan sino una sobrada ansiedad por hacer comercio. Lanzan un poco de pendejadas al teatro y luego, no importa, sin botaron el dinero de la otra gente, nada les importa, sólo ellos viven detrás de la fama y se pierden de la sensibilidad que hoy se puede conseguir con una historia de melancolía y ella, que sea algo socialista. Muchos directores van es detrás del premio arrogante y ellos no van detrás de dejarle algo de poesía a la gente. Pero el caso de orson welles viene siendo distinto. Todo su imaginario es arremetedor. Cada paso de versos pintorescos te deja con el aliento lleno de esperanza. Allí adentro de la dama venenosa hay una magia precipitada de espejos quebrados. Hay un juego de arte entre algunas ideas surrealistas. Ello es bello entre la feria del divertimento y allí hay tramas en cada vida teatral del pecado. Los personajes parecen cobrar una vida alterna y así de repente todos ellos dejan sobresaltado a cualquier fanático del cine arte. Mientras tanto, hay una tarántula de mujer, ella, una mujer bien inmiscuida en los pensamientos del hombre. Ella lograba descifrar la condición de ser humano en ciertas profundidades oscuras. Así que su percepción le deja un paso adelante en esa estrategia ajedrecística del amor. Pero luego de verse ellas con tantas fichas ganadas, ella, ahora no sabe que hacer con sus figuras, adentro del tablero, así que por lo pronto sus propias piezas, empiezan por estorbarle en su juego. Al final del juego pues ella resulta regalando parte de su reino y perdiendo su campo de guerras y de pronto aquí se resuelve una batalla que ella perdió inesperadamente. De hecho su amante llevaba un largo recorrido de las guerras pesarosas. Su hombre del rato pérfido venia de sufrir la guerra civil española. Además venía de sentirse en el mundo la muerte del poeta lorca. Eso fue un golpe para la humanidad de que fuera asesinado un hombre de sobrada cultura y de indiferencia por las ambiciones políticas. Entre tanto vemos que el amante de tarántula viene siendo un ser también como abejorro y un hombre como bien dicharachero. No era tan bobo del todo su amante del yate y ellos besando su ardor a escondidas entre los charcos nocturnos de algún callejón pasajero. Ellos amando su infección en un laberinto de ciudades perplejas. Toda la vida girando al vértigo de ser ellos pescados por algún detective desenmascarado. En el caso de un tanto odio se desprende de aquí una magistral intriga. Y desde luego, para mí entraría esta novela pasional, entre las mejores cien películas de la historia realmente ficcional. Además, fuera de lo antes dicho; si yo hago reflejo de sangre, entreveo enseguida que cualquier cinéfilo puede comprender el juego entre los tantos espejos de una tragedia imparable. Pareciera que todo el destino estuviera estrellado entre el esposo de la mujer tarántula. Se sabe que ambos seres se lo pasan vaciados bajo el desprecio de sus mismos amores mal derramados en disparos fugaces. Así que al final cada espejo queda bien trasfigurado como un flash espectacular de una sobre otra existencia arrasadora. Ello quiere decir que la vida mundana sigue con las otras vidas similares y ello sigue arrasando a los otros enamorados del mal. Al mismo tiempo pues se suelta una sin vida que no detiene su decurso homicida entre los malandrines bufónicos. Luego estos seres del mundo deducen su paso por la vida como un alma muerta y de repente ellos se sienten mal, porque desde su ayer resolvieron un montón de existencias violadoras; una poca vida, no bien andada entre el chorro extravagante del sin destino y así ellos al final del día, resultan siendo picados por la tarántula de la infección y de la orfandad.

Rusvelt...

viernes, 9 de abril de 2010

UN ROMANCE ENTRE GUERRAS

No ser amado es una simple desventura.
La verdadera desgracia es no saber amar.
Albert Camus

Los instantes del amor hay que dejarlos volar sobre el vértigo de una cascada de aguas traslúcidas y fantásticas. Mientras tanto tal caída de agua debe ser un estallido más bien gigante al ritmo en que se anda tras una sobrada altura angustiosa de placer. Desde allí el hombre así pues solamente tendrá que irse soltando junto al viento prendido en aromas vivos. Ya más luego él podrá ir perdiendo su sensación de temor al momento en que se aparece la mujer tiernamente suya y que de pronto él trata de amar desde su alma depositaria para la vida de un destino algo incierto de los besos vivos. Pero hay por la desgracia cobarde, ante la fuerza de luchar por la existencia; ya de pronto vemos de que no hay demasiada trascendencia en los tantos héroes del mundo. Ellos se caen derrotados hasta cuando enseguida hay un tiempo de barbarie. Así que ahora vemos que dicho golpetazo de mar del romance no fue bien resentido por un artista protagónico del lector. El lector fue entre tanto una distinguida obra de la literatura intimista. Hay allí una sobrada precisión sobre el argumento que trata de revelar el sufrimiento del ser humano en toda la extensión mundana. La historia pues curiosamente ideada renace atrás de una prosa sosegada por parte del escritor alemán últimamente muy reconocido en su país de origen altanero. Su bautizo en Bielefeld fue como el de un sencillo; Bernhard Schlink. Al tiempo de los otros días su juventud toma desde luego una madurez de puro enamoramiento acallado. Así que junto a la soledad de la literatura resuelve él su prudente novela de soltado drama pasional. Luego su obra se hace realidad al momento de ser llevada al cine arte. Asimismo que con el lector hay así pues algo de un gustoso agrado por hacerse una novela ciertamente histórica entre las recuerdos de las vidas teatrales.
Por lo pronto vemos ya dicha película deshojando una razón investigativa de grandiosa acogida por parte de las audiencias más incrédulas. No se esperaba ahora una novela tan evanescente entre los besos inquietos. Además los pocos incrédulos del cine tenían una errada idea de que hoy en día casi no había buenos directores de cine. Así que por la boca murió el pez de la arrogancia. Ya sobre el camino de la ficción hay adentro del drama un clarificado manejo de la realidad. Y ese retrato de la vida se sabe mal trastornado por la segunda guerra mundial de la humanidad inhumana. Era ver allí una precipitada soltura de explosiones y ellas no cesaban de ser expulsadas por la militancia fascista. Se aparecían por allí además las bombas más errabundas las cuales iban dirigidas contra algunas gentes de la inocencia incomprendida. Y de hecho por dicha razón hubo tantos genocidios andando junto a la guerra del nazismo. Luego ya se fue soltando una sola efusión del amor edénico entre una mujer y un jovencito inmersos en el conflicto armado. Dicho romance entre guerras se origina gracias al viaje universal de una pareja de recién enamorados. Ellos son desde lo inmortal unos tragados de la intimidad encantada. Así que los lamentos de las calles se gritaban de terror mientras luego ellos se van dibujando el amor del hombre y de la mujer, ellos, embriagados por una pasión desbordada; ambos seres distintos amándose debajo de un infierno mal trecho, mal desangrado entre la inmundicia de la ignorancia.
Así pues de tanto dolor; miro ahora por entre los espejos rotos, la mujer, aquí viene resultando ser enseguida una trabajadora de trenes en donde ella simula ser una señora más bien de alguna herencia humilde. Así que dicha mujer de silencio atrás de la hora ficcional andaba dejando andar los años de una madurez solitaria. Pero ella todavía era una diosa de hermosura muy fémina para los hombres de la entrega al deseo abrasador. Luego por su tanto amor ella resuelve cautivar al muchachito que se le aparece contra todo su retragado destino del olvido. Ambos así para mí tenían que conocerse entre las condiciones de una guerra espantosa de muertes y de batallas espectrales. Tales seres humanos tenían que amarse entre ellos apasionadamente desde cada silencio nocturno de ellos. Así debía pasearse la tragedia novelesca entre ellos como los enamorados solamente. Ya pues entre otros ayeres la mujer acoge al peladito entre sus manos de su esperanza. Lo hace de ella además porque tal niñito hubo de quedar enfermo ante la causa de un viaje matutino entre dos ciudades del ayer algo sosegadas. Y ella pues tuvo que acogerlo entre la ciudad donde ella vivía. Y de pronto desde los escasos tropiezos entre ellos ya de a poco renacen las risas de ellos. Asimismo ambos se van seduciendo junto con las miradas llenas de algo de queja tardía. En todo caso es bueno ir a ver la película. Doy tal recomendación porque hay que darse tregua de algunos amoríos en juventud con la madurez del vino, así la otra gente susurre de los años un puro misterio, entretanto, nada importa ya, así el amor de candela traiga sus fuertes equivocaciones; porque hay veces cuando el amorío es fatal y hay veces cuando viene todo lleno de perfidia. Además la preciosa oportunidad de la pasión de la mujer repesó más que aguantarse y quedarse con nada y ella sólo perdida. Así que la señora prefirió la oportunidad de no vivir más en soledad. Allí entonces la sexualidad todo lo pudo y todo lo acabo entre una melancolía de fuerza arrasadora. Sólo la distancia entre los seres que se amaron entre sus presencias. Luego ellos sin estar lamiendo de sus primaveras rojas de rebosos palpitantes. Asimismo allí hubo una sola sensualidad que pudo incendiar el sentimiento de las flores recogidas entre ambos enamoraditos. Nomás era la pura inocencia del jovencito de los ojos tímidos. Los vemos a él adentro del amor lentamente con una cara de temor, atrás del niño; frente al desnudo de la señora, ella, no cansada de ser reamante.
Por tanto de lo bello se sabe que Hanna empieza resbalando su desnudez sobre la presencia espantada de Michael. Así nomás tan cercana la mujer y luego ellos juntos entre sus vidas del sueño efímero y asimismo la vida de sus amores de pronto los va sustrayendo de una realidad explosiva que no se cansaba de ser matada contra un mundo de la sobrada pobreza callejera. Era la muchedumbre de los pobres muriendo como víctimas. Al rato ya sólo ellos entre junticos con las caricias voladas. Después sus almas se van y se pierden del mal. Y ellos volaban y luego se recaen entre los besos de las noches que antes recubrían al sufrimiento con una telaraña pasajera. La mujer puesta sobre un ardor de pétalo. El peladito entretanto siendo tranquilamente amansando, entre las quejas suyas, debajo de esa felicidad tan sagrada del amor. El muchacho abajo de toda ella, él no siendo él, más nada que dejándose beber, dejándose chupar su llanto, él, no queriendo sino seguir ahogado en la mujer suya, sentirla él junto a su ir y su devenir, resentir a la rubia expulsada en su cuerpo varonil, naufragarse al fondo de su diosa, algo suya, luego acogerla a toda ella, debajo de un tanto regusto de sus manos acariciadoras; sus manos todas fragosas y sus pieles de perfumes y ambos tocando la vida, sin nada de cansancio de pesar, él, luego tocando los senos desnudos de su señora divina, él, poseyendo al cielo del fuego y ellos jugando entre sus recintos de palomas muertas, luego atrás del concierto, cayendo unas hojas negras.
Más allá del viaje hay depositado un silencio de sobrada ausencia. De pronto aquí son apagadas las velas de un atardecer azul yendo junto con la poesía oscura. Fue así que atrás de los años devastados ya no pasaron los tiempos entre los enamorados. Toda la miseria de una guerra pasó por sobre ellos y sin embargo esta pájara y este pájaro se ni se vieron como una pareja apenas percibida entre los muerto. Sucede tal fantasía por la separación que procura ella como mujer. De pronto tras la guerra Hanna renuncia al pelado por escoger el compromiso de la maldad. Por tal motivo Michael escoge una renuncia contra la vida suya. Al final el hombre de entrega confiada no se decide por escoger ninguna otra esposa de pechos floridos sinceramente. Sólo él se acaba sin nada de felicidad siendo un soltero y dejando a una hija de precipitada orfandad. Además por ahí el pelado dejando el corazón roto de otra mujer, que tanto ella, no se merecía por su buena bondad. Y pues la señora Hanna se queda arrepentida con el desamor suyo, un desamor que ella escoge, hasta cuando ella quiere alejarse de su muchachito. Así que luego se desviste una muerte de precipitado horror para Hanna, por lo pronto, ellas, termina escogiendo, un suicidio suyo, matando a su sueño sin vida, entre los libros rotos del pecado, Hanna, matando a su dolor entre otro dolor de sangre perdida.

Rusvelt...

jueves, 8 de abril de 2010

LA AUSENCIA DE EROS

Canto para no morir,
porque el arte es la lucha
contra la muerte.
Carlos Cano

El mutismo en los medios culturales de la ciudad, vaciada en pocos versos, trata de ser siempre una realidad que golpea a todos los habitantes de esta mansión abandonada por las buenas letras y las bellas artes. Parecemos residir hoy en una inmensa galería polvorienta y telarañosa de poco arte rejuvenecido. Es pues esta caída angelical del arte, una mirada acusada y muda en su desgana esencial, tanto en la significación escrita como para una elaboración del séptimo arte, sin dejar atrás, claro; las muchas visiones existenciales de la pantalla pequeña. No hay de por sí televisión local en esta ciudad. Todo se pierde en un sin sabor de imaginación. La difusión de las obras, junto al aplauso festivo, hacia los buenos artistas; resulta ser, por tanto; una limitación, algo apagada en su poca trascendencia social para este pueblo, aún ausente de voces líricas, aún tardío en sus poemas vespertinos de florecimiento; para las bondadosas almas del canto lírico. Hay además en este fenómeno apaciguado, una mala verdad de afectación sobre la vida dedicada para con los otros amantes de la vida. Es resultado del retroceso evolutivo, otra vez, recreado en los hombres ignorantes. Ellos ausentes en su desmesurada cultura cosmogónica, ellos sin una significación propia de sentido común. Muchos de nosotros aún estamos escasos de algún vuelo ceniciento. No hay casi espacios predispuestos entre los creadores de la bella imaginación. No hay música regional por estos motivos del sin manantial a la creatividad. La magia evocada con las manos se pierde entonces entre la vacuidad de los días rutinarios. Aquí pues viene eros en su ternura de luminosidad, pero al no ver nada en los inventores; procura irse otra vez como el viento impalpable de esta muerte sedienta de poesía y pintura vanguardista, ansiosa por una verdadera vida, perdurable entre los días intensos para procrear así, buenas obras de complejidad. Así que ahora es momento de levantar estos muchos artes armónicos, ellos, encargados de limpiar, las muchas mentes embotadas, adormecidas entre la nada del sin saber inspirado. Uno nada más siente hoy ese suspiro de profusas tardes donde no se hace algo muy restallante; para alguna otra fantasía, lindamente realista en compañía de su otra bizarría por imaginar otras cosas. Esta misma evocación, trata de ser, desde luego, una observación puramente concurrente, presentida por entre estas grandes calles entreoscuros, bajo el sin placer alucinado, donde no se hace mucho sentimiento, entre las almas hermanas. Sólo te vas por las afueras y percibes esa miseria y esa desgana en cada muchacho reverberante de música clasicista y sin embargo, todos ellos, todos los músicos alternativos; parecen no estar vivos en su melodía, entre los otros semejantes, lógicamente, porque aún son dejados atrás como simples fantasmas, dejados atrás en su soledad tenebrosa, sin muchos resoplidos, sin una verdadera ciencia, donde los hagan sobrevolar artísticamente por sobre sus sueños resistentes, donde giren por sobre sus edenes persistentes.
Saber elucidar, igualmente, este reiterado olvido de cultura en los pueblos, deja siempre la exuberancia de inspiraciones rotas en una sucinta desgracia, ante los niños poetas, quienes antes lo fueron furiosamente en otras épocas del mundo. La historia del mundo como gran esencia. Pero hoy ya hay una caída más en los jóvenes fantásticos. El hundimiento por no seguir haciendo una ciudad más habitable se siente tenebrosamente en su momento más desvergonzado. La muerte dando vueltas por cualquier recodo espantoso. Además está la reiteración de algunas formas de arte ajenas a la nuestra en los muchos medios masivos, ellos, nos va matando lentamente, la identidad propia. No hay sentido de patria, ni de pertenencia. Ya no sabemos quien es quien cuidadosamente por la calle, ni en casa. La gente sola en su abstracción. La aldea de Sur América entendida otra vez desde su histórica equivocación. Po lo cual aún nos vamos al viejo mundo del cine y enseguida nos quedamos sin memoria presencial, ni existencial. Nos dejamos lavar las mentes entre las otras realidades. Nos perdemos en los infiernos comprendidos por Libardo Vargas Celemín. Pensamos que esos son los pasos a seguir junto con la última moda actual. Nos sabemos sin nada entre la crítica. Perdemos desde cada forma de pensar; nuestro sentido individual por formar un juicio, más revolucionario y libertario. Parecemos ya unos marcianos de una era que no es de aquí sino del otro lado ajeno. La verdad del origen nuestro se perdió muy fácilmente; algo así como ver un sombreron, simbolizado con la marquilla de United States; entre su mismo desprecio al otro sentimiento cultural. Así que uno entiende ya esa gran alienación por parte de los otros medios de comunicación, supuestamente culturales y no comerciales. Esta perdida de historia en mi ciudad, tiende por hacerse más reteñida que nunca en sus habitantes. Todos mis amigos reconquistados otra vez. La desmemoria viene pues desde la presencia del consumo exageradamente extranjero. No sabemos ya quien es quien en su propia obra. Parte de aquí un simple seguimiento sobre otras tendencias ideológicas fundamentadas en otros conceptos artísticos. Ideas develadas, más que nada, sobre estos ropajes, sabidos en los jóvenes del hoy rematado por ese traslado de engaños, otra vez coloniales, otra vez, traídos del mundo europeo. Se muere entonces la virtud de creación inmortal en los pintores; mueren entonces los escultores de esta región selvática. Ellos se ven ahora andando andrajosos, caminando bohemios porque no hay tiempo para escucharlos. Sólo capitalismo y economía en su mayor exageración desbordada. Vemos escasamente; luego, unas y otras semejanzas, junto con las artes, ellas antiguas, para las naciones del otro mar sumergido en otro mar, sin embargo, no hay nada de invenciones propias; ni nada de descubrimientos para el beneficio de las ciudades pobremente cosmopolitas. Que miseria es ver este relleno de cosas extravagantes y repetidas. Hay además un retroceso sobre la posible mirada de los otros mundos distantes. Ellos algo evanescentes en su sistema de ordenamiento social. Unos universos asombrosos que habrán de ser espejados con la misma recreación, cuando se sabe dibujar, cuando se enseña a escribir bien.
Se presiente asimismo una íntima relación entre la mano y la cultura, adormecida lógicamente por los pensadores materialistas; una linda intimidad, entre la mano y el pensamiento estético, dejado para los otros sabios de otras ideas perladas. Así lo supone cada ser humano del amor, cuando va dejando correr sus instantes otra vez, hacia la inexplicable creación de forjar, literatura junto con la ciencia de los filósofos. Es algo así como hacer un ritual soberano en ritmo de la sutil universalidad. Es algo así como recrear este infinito cosmos entre todos nosotros; pobres seres de la misma creación divina. Hay es que hacernos ciudadanos universales. Y desde luego, aunque es así la hermosa vida, vemos que en este momento del alba despuntado, hay muchos creadores en esta ciudad musical; reverberante; quienes terminan siendo empañados por los simplemente interesados en las villas antiguas y ya recorridas en sus imperios resquebrajados. No se siente aquí pues un estimulo reiterado por hacer serios habitantes erguidos en la gran ilustración mujeril. Sólo el odio resistido en su máxima expresión de la equivocación. La ignorancia de algunas conciencias predominando sobre las otras mentes más atrasadas; desbordantes para estos ciudadanos inmortales. Eso ya dicen saber todo lo que no saben bajo su gran desconocimiento incomprensible. Así que aún parecemos estar, entre los rincones de cada estancia, reflejados en otra horrenda desacralización al arte de este país colombiano. Un país digno para ser recordado en su exuberancia ancestral; pero ahora, inscrito aquí, según algún solitario canto de soberana irrealidad; desdibujado por este materialismo salvaje, presenciado últimamente en las muchas esferas andinas y latinoamericanas del desconcierto socialista. No hay además casi muchos pasados, descritos en las pinturas, ni tampoco, hay casi recuerdos prefijos en esta desmemoria del hoy extasiado de descaro infiel.
De hecho, aparece en la historia cultural de las regiones colombianas; los otros escasos aturdimientos, vista hacia los Chibchas y Guambianos de sus cerros naturales. En su momento todo se va rayando en otros ideales de suciedad; horrendamente manchados junto, al paso de este mismo destiempo incandescente. Las mañanas parecen irse a cada rato sobre su vertiginosidad, entre muchas tecnologías y varios chat juveniles, figurados sin muchas conversaciones profundas. Todo ideado sin muchos giros progresistas. Y aquí ya casi nadie se detiene a pensar en alguna transformación social de gran trascendencia. La vida misma se viene entonces y se pierde por sobre los quehaceres cotidianos de la soledad virtual. Es una soledad que concebimos lentamente. Una soledad que procreamos erradamente al ritmo de los días. Luego vemos a los hombres y a las mujeres cada vez más distantes de los libros, alejados de la poesía presentida en las hojas del bien. Ellos algo alejados de las esculturas antiguas, recreadas con los abrazos y los sueños sensibilizados de los otros dioses. Pasa así pues esta indiferencia como si nada, entre los ciegos del espacio, porque esta urbe de gente, aún se deja llevar por los estilos estrambóticos, modelos de turno, ellos, posando todavía, para esas revistas vanidosas y demás escenarios del sarcasmo social.
El amor a la poesía es por todas partes un gran amor para la eternidad. La decencia por hacernos hombres más limpios con el paso de los años tendrá que ser entonces nuestra fortaleza por seguir adelante; tras esta tempestad de oscuridad. Esa delicadeza por inventar otro mundo de vidas mejores y más llevaderas en todos los seres de esta esfera terrestre; procurará ser la verdadera solución. Descubrir la razón y no la terquedad. Hacerlo con las palabras sutiles; hacerlo con el pincel y la paleta del pintor; incendiar, hasta siempre, entre la gran inspiración de las noches aliadas, la vida de otros mañanas, siempre esperados en las almas muertas. Expresar así sucintamente cada sentimiento del ser para cada crepúsculo estrellado. Susurrar las mañanas floridas de cada pueblo propio con las guitarras y las flautas soterradas. Recuperar al Mohán de su entierro donde está aún tumbado; bajo la hojarasca arrasadora del otoño, no presenciado por el patriarca. Florecer además su bosque encantado con los versos de Alicia Sendoya. Sacar luego una sirena de la literatura para que ella vuele por entre los ríos de algún país lejano. Engendrar bajo la luz del sol una mariposa roja desde mi boca mojada. Dejarla ir a su paso por entre el agua del mar Caribe. Transfigurarla luego en la mujer de mis ansías persistentes. Hacer mientras tanto la sucinta escultura de muchos indios masacrados; para el ayer ensangrentado de la conquista espantosa. Y es así como tendremos que idear, por todos los dioses; otro mundo, pensar quizá en una selva de más canela y más Ursuas descubiertas. Verlas desnudas a ellas en las figuraciones del pensamiento. Descubrir sus pechos limpios en la pureza de los árboles verdosos. Decirle por tanto a mi novia que la amo otra vez. Después susurrarle que salió de mi misma vida creadora. Hacerlo silenciosamente en compañía de alguna simple flor de papel y hacerlo junto con una luciérnaga traída del cielo de sus ojos dorados. Pedirle además la sola fiesta de amor; por sus besos reiterados bajo la lluvia de los ocobos morados, quienes nos abrazan de cuando en cuando en los otros bosques del silencio paradisiaco. Y así mucho más; querer cantarle junto al lecho suyo, mi tristeza, mi ausencia, cuando estaba sin ella, sin su presencia cautiva, entre las lilas del umbral.
Reconocer ya en otros días, junto al sol rojizo de octubre, las obras de Omar Rayo. Pasear de alguna forma al museo de arte moderno. Recorrer los pasillos cristalinos del recuerdo suyo y mío. Ver aquí las figuras geométricas de sus cuadros abstractos. Perderme en los laberintos de sus creaciones insondables. Luego volver y alejarme otra vez de casa para un largo momento Borgesiano. Ir congelando ya todos los tiempos del tiempo. Salir más adelante al parque de mis sueños difusos y pintar allí muchas mariposas amarillas. Revivir entonces el viejo enamoramiento de Mauricio Babilonia; sentir una metáfora de sucinta belleza, bañada entre muchos amores solitarios. Hacer al mismo tiempo de la calle tercera, un lugar más luminoso con varias palomas blancas, varias palomas dignas de angelitud y grandeza cegadora. Hacer de esta pesadumbre edénica; un jardín más habitado por las almas vivas del mundo lacrimoso, que seguimos viviendo horrorosamente. Volver otra vez a mi habitación lóbrega. Sacar enseguida una crónica sobre lo visto en las afueras del desconcierto imperante. Dejar correr aquí los segundos de los culpables y los justos otra vez. Soltar mi prosa caudalosa sin mucha tardanza a los escritores gustosos de sabiduría. Descubrir los niños desamparados y sin ropa, vistos en cada recodo mal oliente del centro urbano, donde no lo pasamos vestidos de indiferencia, disfrazados de soberana vanidad. Muchachos del conservatorio jugando por otra parte a ser grandes en el parque musical. Tocan sus instrumentos bellamente bajo una tarde pintada por Darío Jiménez. Ellos van y vienen a su hora en procura de muchas caricias temerosas con sus jovencitas enamoradas. Las parejas van y se besan junto al viento de los verdaderos poetas. Hay sin embargo un niño; quien está solo, desarrapado de las mujeres flautistas, quien va tocando al tiempo, algún violín de un tal Alberto. Esto lo hace magistralmente y con gracia refinada. Lo toca como si fuera ese francés muy preferido de su infancia; Charles Munch. Las armonías suyas vienen además acompañadas junto a los cantos de muchos pájaros reverenciados del gran paraíso. Ellos van cortando las nubes violetas de una María; cantada justamente por Jorge Isaacs, y ya van sacando esa melodía de picos rojos y alas chispeantes. Aquí el niño se levanta ya de su escaño de concreto. Lo hace de golpe y más adelante, susurra al cielo; para esta vida sólo quiero ser, sólo ansío ser como mi maestro; Cesar Augusto Zambrano, final de la pequeña historia.
Inventarme en este momento mi otra fantasma. Hacerlo con el lápiz y el lienzo; pensar ella por segunda vez; pensar en la mujer que tanto quiero, pensar así en mi ciudad pasmosa y fantasmagórica, pensar en ella, pensar en la mujer de mis canciones, evocar la niña de mi infancia, verme en sus afueras quebradas, sin mucha espera por una mejor esperanza de mutaciones, lindas en su gracia.
Ahora pues habrá que conocernos entre unos y otros; sabernos algo más que un simple saludo. Entendernos más entre las conversaciones inesperadas. Saber por lo menos quienes somos en compañía de las tertulias engendradas en los parques y los conciertos musicales. Hacer muchos amigos en los cafés y los bares literarios, cuyos hermosos lugares, parecen resurgir lentamente en este pueblo acallado, cuando hay veces, sigue brumoso por la noche, sin alegría, sin sonrisas, sin nada. Saber además quien fue Hugo Ruiz en su bella literatura y su existencia muy saturada de rebeldía. Diferenciar por lo menos a ese gran artista de los otros tantos cuentistas que aún hay dispersos. Saber de su inmortalidad con la inspiración de las bellas artes, al otro lado del silencio. Conocer su última novela. Conocer los Días en blanco. Asombrase también de la muerte dulce que tuvo, Hugo, antes de irse de todos. Tomarse además un viernes de espléndida libertad. No ir al trabajo para una vez olvidada. Sólo irse, sólo amar, sólo caminar solo por la sala de exposiciones de alguna Universidad pública. Ingresar por tanto y lentamente al salón principal de la galería. Saludar con un beso a la asistente de piel morena quien no para de mirar las pinturas. Hablarle bonito a ella. Ver allí y sólo entonces; las obras pintorescas de Edilberto Calderón y Niño Botia. Edilberto por su parte es un maestro de maestros. Se sabe muy bien visto entre los pocos que quedan vivos andando por entre esta ciudad delirante. Por pura lógica es un ciudadano ilustre. Ellos son por tanto unos magistrales inventores. Estos pintores revestidos de gracia junto a los otros tantos artistas, ellos, muy buenos desde sus artes, pero ellos aún empolvados ante desconocimiento que tiene la gente de nuestro departamento tolimense sobre la cultura pictórica.
Por otra parte la ciudad del ocobo está bien variada entre la tierna belleza creadora. Los artistas del óleo y de la pintura; así como los fotógrafos artesanales y modernos, dejan puestas unas obras atractivas entre las salas de arte y otras galerías atrayentes, sin embargo, no hay mucha participación ciudadana constante, porque casi no hay difusión por ningún lado sobre las ocasiones culturales. Los lectores del arte abstracto. Los interesados en los problemas culturales. Los enamorados de la ciudad poética. Todos ellos necesitan espacios de reunión y agrupación fraternal. Eso sí. Es muy claro. Esta labor de reunión social se está haciendo cuidadosamente. Pero la gente apenas lo va descubriendo. Es un fenómeno que pasa escasamente con el encuentro anual del Ibagué en flor. Las lecturas a cielo abierto. Unas y otras veladas de vino y música; bajo las estrellas luminosas del crepúsculo. Así que los periodistas deben tomar otros medios de esparcimiento comunicacional, para hacer llegar así, las noticias profundas. Hay similarmente; pese a todo lo demás, unos y otros espacios de concurrencia, filosófica y literaria, para los habitantes de esta linda casona, algo acallada por el desinterés comunitario, igual, los eventos que podemos visitar, son muy distintos en su forma organizacional; hay además para casi todas las preferencias intelectuales de cada gusto particular. Por otra parte; pues son muy regulares las oratorias de apreciación musical, fuera de la participación vívida; sentida con las palabras y los versos del hoy contemporáneo. Hay para su misma razón; muchos conversatorios sobre pintura; sobre poesía y sobre literatura, acrisolados alternadamente en los salones más refinados de la ciudad musical. También estará ahora desde este año mundo palabra. La palabra en las calles y en el teatro de los lindos mimos. Eso ya lo ve uno en las calles vespertinas. Que buena esta idea de razón. Al mismo tiempo, se congregan entonces, varios teatros del dominó urbano. Obras recreadas por los mismos jóvenes en las plazoletas lluviosas. Obras dignas de ser llevadas a otras ciudades rellenas de magia y sabor risueño. Muchos protagonistas, espejados en los actores del juego, para saber vivir un día mejor. Las muestras cinematográficas; colocadas en ese museo de arte moderno. Los espejos de otras culturas, ellas, develadas en el cine independiente. Toda esta información es lógicamente de gran importancia para la ciudad de los fantasmas. Los conciertos musicales de rock es otra muestra significante. Es obvio igualmente que los eventos no son mostrados con mucha importancia en los medios alternativos y no alternativos, aún no precisados en esta, Ibagué, colmada de voces distantes.
Por otra parte; elucido algunos concursos sobre cuento regional; aparte de las convocatorias, basadas sobre las ideas fotográficas, además, hay ya algunas entrevistas concernientes, para la danza y para la música tolimense de los habitantes. Pero bien es cierto que todas estas actividades de sabiduría imaginada; aún no son atractivas, para la televisión ciudadana, ni para la prensa nacional. Fuera del otro lado incierto; vislumbro sobre estos espectáculos, la importancia de significado esencial, resultante en los actores sociales de esta ciudad, interesados en los espacios artísticos y danzarines, igual, lo es necesario, para estos creadores del arte, ansiosos por dar a conocer sus dignas obras.
La caída del arte, sin embargo, va siempre reflejada por la no solución de esparcimiento entre las muchas entidades ciudadanas. Despertar la alegría en los muchos pueblos del mundo sufriente. Sacar la soledad de esas mentes nostálgicas dulcemente. Mostrar los diferentes lugares de encuentro; ajenos, otra vez, para los muchos habitantes de esta Ibagué desequilibrada. Toda esta idea sospechosa es una deficiencia causada por la falta de revistas y demás periódicos alternativos en las manos de cada vagabundo inspirado. La presencia de por lo menos algún espejo que muestre las otras expresiones humanas nuestras. Unas expresiones muy cercanas para nosotros mismos en sus formas ceremoniales; sin embargo, dejadas atrás por ese desconocimiento a la sabiduría de saber leer un buen libro. No quiere recuperarse asimismo el placer por apreciar las otras miradas de los hombres; ellos, prodigiosamente sensibles y decaídos en este paraíso perdido. El simple placer por recrear una humilde obra, esculpida simplemente; entre muchos alambres, entre algunas hojas de ocobos marchitados. Gritar con los símbolos y las señales; lo tanto que nos aqueja a cada rato en la estancia donde no lo pasamos aburridos. Viejos de caras rugosas en las ventanas del sin movimiento entretenido. Ver otra vez esa delicia por sentir un buen cortometraje; bajo la tarde de un cielo encendido y desnudo; desnudo y tan limpio como las sirenas de una Odisea hundida, absolutamente olvidada por los hombres. La fantasía de este día haciéndose entonces una realidad latente y persistente a nuestros ojos desorbitados. Y aquí ese sueño de Rayuela hacerlo una gran verdad para su juego existencial. La vida entendida como un juego muy serio. Mover la piedra del andar y llegar pronto al cielo del arte y del nunca jamás. Salirnos asimismo de este círculo absurdo que ideamos nosotros mismos con una rutina inexistente y difusa. Trastocar así pues todos los laberintos de Borges y bifurcarlos más adelante; entre muchos días revestidos de complejidad y desconcierto espiritual. Hacer de cada mañana una mañana renovada con la confianza de seguir hacia atrás o hacia adelante como lo hacía Juan Rulfo en su novela; Pedro Páramo. Pensar aquí en los fantasmas del más allá, talo como lo hacía Hugo Ruiz en medio de su pesadilla imperfecta. Saber que morir es escasamente dejar de ser vistos. Esta sabiduría del mismo maestro de las letras, Hugo. Entender ahora a Charles Dickens; rodeado de muchas almas muertas, forjadas por su propia invención espejada. Hacer enseguida del surrealismo una realidad alterna, junto con el pensamiento; recubierto de confianza en el ser humano. Recordar y creer ciegamente en los ángeles de Tomás Carrasquilla. Ver la desesperanza de Jorge Eliecer Pardo en sus cuentos que tratan sobre el secuestro constante. Sentir la prosa exuberante de Héctor Sánchez en cada recreación suya sobre sus noches en casa de María Antonia. Retomar de una buena vez sus obras, siempre cargadas de estío providencial. Saber que este lustroso escritor de mi tierra soleada es un buen descubridor del romance trágico. Al final del principio pues ver un poco más allá del fin del mar.
Sobre el resto, sobre la ciencia, para mí saber es querer con la bondad del corazón. Retornar obviamente a los escritos de Sócrates. Luego comprender que no sabemos nada más que estar equivocados en las simples invenciones para nuestro orgullo, imaginado y simple en cada error. Volver igualmente a Miguel de Unamuno; dejar entonces atrás; sin mucha ambición, los tantos Dioses que aún ideamos; que aún no somos lógicamente desde la vanidad. Vernos solamente entre la pequeñez de pulgarcito y los siete enanitos. Saber desde aquí lo vulnerable que es un ser humano ante la misma naturaleza inmortal. Gritar por otra parte la necesidad de conocimiento artístico y filosófico a nuestros semejantes. Hacernos por fin ilustres tras cada día desahogado en los desprecios indiferentes. Descubrir que la humildad es sinónimo de sabiduría, humidad; un sinónimo de verdadera grandeza. Ir así pues hacia los conversatorios de ciencia y letras, gestados por la Biblioteca Darío Echandía, para cada rato ansiado de un mejor día. Sentir algo de nostalgia cuando las bibliotecas están solas y sin muchos libros en las estanterías. Hacernos más ratones de pensamiento y hacernos menos bohemios en un tiempo que ya se va borrosamente en su perdición. Difundir el conocimiento propio al que no sabe; hacerlo entre la tinta y el papel, más para estos motivos del hoy donde nadie toma un poemario de Luz Estella. Hacerlo por todos los rincones de esta pequeña estancia musical; aparentemente ochentera desde su memoria de crítica; tanto en lo individual como en los social. Saber hablar, sólo así, hablar sobre periodismo investigativo. Hablar sobre política en las muchas calles de la tercera límpida de rosas. Procurar menos crítica dañina. Inventar más creación significante. Tratar por lo demás, algunas otras transfiguraciones para esta sociedad revertida, cuyos ideales vayan en procura del beneficio de todos estos habitantes despreocupados. Hacer quizá una transformación del sistema general en los individuos de poco conocimiento intelectual. Hacer más libertad en los muchachos de estas generaciones que se vienen otra vez. Edificar eso sí, estas muchas ideas, junto al estímulo de artículos densos, escritos más bien entre las profundidades culturales. Sacar a relucir muchas reuniones, sobre crítica social, sobre los demás documentos de corte periodístico.
En estos problemas de cultura; dar al mismo tiempo, mayor rescate de participación a los ciudadanos. Ello puede ser una clarificada muestra sobre las dolencias de un pueblo que ansía más inteligencia y menos ignorancia. Ponernos aquí de manos al trabajo en los jóvenes y en conjunto, entre los hombres, quienes desean ser escuchados. Abrir más ríos de musicalidad por donde la palabra brille como una luciérnaga sobre el ocaso de estos días persistentes en desgracia. Hacer un ocaso más tolerante, hasta cuando despunte por fin, algún alba de verdadera cultura. Esa tiene que ser la posible salida del túnel espectral. Ir tras cada parte humana, contra los paradigmas mal colocados en esta sociedad de risas lamentables. Dejar esa fantasía de la fama de una buena vez. Dejar la opulencia propia para siempre. Muchos terminan allí acabados en la misma locura que se inventan ellos mismos. Hay otros que se lo pasan esclavos ante los medios masivos de comunicación. Muertes culminadas ya entre los perseguidores, entre los fanáticos; los supuestos héroes del descontrol mediático. No hay entonces muchos de pensamiento en los seres humanos de esta nueva generación; zombie, una generación muerta y viviente, para su misma sin razón. Así que son pocos los que se levantan de la pesadilla; quienes salen a recorrer su destino en procura de una mejor existencia; ella, algo más humana, algo más igualitaria, algo más bien pintada de justicia.

Rusvelt...

martes, 6 de abril de 2010

LOS ESCRITORES DE LA NOCHE PERDIDA

La poesía es más profunda
y filosófica que la historia.
Aristóteles

Empezar por donde sea posible, puede ser lo justo; pensar así pues una historia para este país colombiano es volver al terrorismo constante de todos los grupos armados. Es algo así como reinventar las muchas matanzas delirantes; revividas para sus muchos habitantes del desconcierto existencial; muchas masacres resentidas para toda esta urbe de seres dados al escozor viciado; odiosos seres, quienes no cesan de girar por entre este torbellino incandescente del dolor. Todo viene y se entreteje en esta esfera de planos fantásticos; sobre las lágrimas y unas malas cicatrices, otra vez abiertas sin mucha vergüenza social, todas las caídas horrendas del hombre, entrevistas, siempre y cuando, ante los mismos ojos de los humanos descarados. La vida es vista ya sin la menor dignidad posible entre los unos y los otros semejantes del escarnio surrealista. Hay invertidamente un solo realismo sucio en cada alma culpable del corazón. Los días cada vez más desabridos en su misma desgana por seguir andando las deshoras y las noches inclementes de estas presumidas repeticiones. Nadie quiere respetar mientras tanto a nadie en su propia justicia sobre los derechos de dignidad a la paz mundial. Hay además una simple frialdad de sentimientos; ante las tragedias que suceden a diario en las callejas del sobresalto criminal; fuera de las demás ciudades del descontrol urbano y rural, donde la verdad está suciamente presenciada, ente las miradas profundas. Es aún así esta ciudad del círculo expiatorio pintado en el gran universo de los ahogados en odio y rebeldía exacerbada. Sólo hay calmadamente; una pobre risa de locura, ante las caídas de esos semejantes desahuciados; fascinación absoluta, ante las muchas tragedias ajenas, pasadas a cada nada, por esta Sur América de convulsiones restallantes. La mayoría de los jóvenes; los muchos ejecutivos, andando por esas tantas metrópolis; revestidos entonces, para su momento, otra vez, sobre algún interés, incisivo y áspero, otra vez, fundamentados hacía los paradigmas del que dirán estos amigos míos; que no dirán para esta ocasión supuesta de alegorías; si tengo una mansión con limosina en la cochera o si no la tengo realmente, pero justamente como el vecino de la vuelta, si pudo conseguirla, tras los idénticos modelos estrambóticos de siempre; si soy lógicamente poderoso en metralletas o si no lo soy realmente; si tengo facultades intelectuales o si no las tengo, cuando estoy con mis compañeros de esta embotada ignorancia social. Todos los ignorantes queriendo ser supuestamente sabios; para sus propias irrealidades, mal ordenadas para sus propios espirales inacabados, cuya senda de sin razón, nos va concertando vertiginosamente, hacia el otro lado del umbral.
La oscuridad se voltea entonces hacia la nada de un progreso escasamente esencial para los seres de este mundo usualmente mágico en sus muchas formas de belleza. La falta de pensamiento crítico, por esa falta de racionalismo, sigue siendo aún ese predominio superficial. Eso se siento, yendo y viniendo, por entre los muchos lugares del desconocimiento filosófico. El desordenamiento mundial entendido además como un rompiente entramado de malas políticas económicas y organizacionales. No hay en últimas; muchos beneficios dispuestos para la limpieza de las almas atrasadas. Estas almas saboteadas en vicio; junto al paso de los siglos, aún permanecen con sus muchas manchas; bañadas en coloraciones negras. Ellas pues están otra vez concentradas; ideadas, atrapadas en los otros tiempos del tiempo, siempre en compañía de sus atrasos nefastos, decadentes, para casa propiedad solamente. Así que este presente que nos corresponde a los caídos; va aunado al bien que no procuramos cuidadosamente en cada desgana. Además son muy pocos los actores sociales de esta generación en procura de alguna transformación moral. No hay casi estímulo por hacer de cada ciudad y de cada pueblo soñador; un lugar mejor, idear por fin, un sitio más igualitario en sus muchos sentimientos de convivencia. Ahora estamos simplemente revestidos en confundibles costumbres culturales; ellas, sensibles entre su lindura, persistentes para cada patria saturada de desamor, queriendo ser las ausencias del descaro, para todo este espacio reminiscente en muchas muertes desbocadas. Es por tanto saber un poco más sobre José Saramago. Ver esta vida como una vida más de las muchas que debemos andar fuertemente. Sabernos perdidos entre las tantos umbrales que hay de recuperar asombrosamente; junto con las varias formas por saber vivir un mejor mañana. Todo esto dispuesto para cada ser inmortal. Hacernos más humildes para una noche de lluvias torrenciales. Luego hacernos famosos para otra noche violeta; dispuesta en los ideales, hacia donde hay que ir aprendiendo lógicamente de las experiencias propias y de la de los otros semejantes. Descubrir los casos sobre cada drama propio. Entender asimismo las pruebas que siguen más adelante. Tomar quizá ese cuerpo de algún invidente en uno si no corresponde hacerlo. Aquí entonces saber soportar esta prueba de sufrimiento; tras una verdadera fuerza espiritual, andar con cuidado hasta el final de las horas perturbadoras. Hacerlo siempre por ese propósito de mejorarnos con cada siglo transcurrido en la eternidad del cosmos. Y sin embargo, tras de toda la indiferencia, hay constantes ambiciones al poder monetario en las muchas mentes atrasadas. Son muchas mentes, sin verdadera sabiduría, para sus recuerdos enceguecidos. Hay después de tantos años de ciencia; muchas concepciones retrógradas, sobre la profunda función del hombre en la tierra. Muchos piensan en cosas nihilistas y demás ideas atrasadas sobre la nada del ser en su profusa esencialidad. Eso lo vemos claramente en los escritos de Friedrich Nietzsche y Jean Paul Sartre. Estas ideas de Sartre terminan siendo las de un pensador existencialista; algo incrédulo, ante la creación infinita. Ambos filósofos pues indiferentes de la vida que sigue después de la vida. Otros hombres pues pensando que la vida es sólo una y listo el fin. Ya dizque se acabó el resto del mundo. Los astrónomos por otro lado; gritando que somos una sola casualidad en la creación incomprendida de los seres pensantes. Aparentemente sólo polvo en el viento. Tales ideas dadas obviamente por más y más pensadores de corto vuelo profundo.
Ya para hablar sobre la nada; bueno será entender, que este pensamiento es lógicamente; algo bien errado, porque la nada no existe, ni se puede tocar, ni entender desde su profusa equivocación. Es algo inventado por nosotros por no decir más. Todo para mí a su razón; está girando; todo está andando incansablemente, entre la vida y la naturaleza. Entendemos la quietud simplemente como algo estático; hay sin embargo algún movimiento imperceptible para los sentidos limitados de los eslabones perdidos. Además cuando yo digo nada; ya estoy dando por entendido algún concepto, ya estoy diciendo algo más sobre la nada, por lo tanto ya existe, desde su misma nada, para su pobre explicación de negar la nada propiamente.
Hay en lo absoluto muchas cosas que van más allá de cada compresión sensitiva. Superan el supuesto aturdimiento esencial. Estarían las nociones sobre los sentimientos fantásticos. Apariciones espirituales que se encargan de romper las teorías; antes impuestas en la historia del hombre; desde su chistoso trastrocamiento errado. Están nuestros sueños a tras luz. Allí están las realidades y visiones fantasmagóricas. Ellas tratan de confundirse vertiginosamente; durante los muchos espacios presenciales, todas esas ideas, son algunas verdades para esta noche perdida.
Ya sobre las razones del exuberante desconocimiento; vemos resueltamente al hombre esclavizado desde su misma ambición. La mayoría están inmersos en su propia materia donde quiere más de lo sobrante; para su corta existencia culpable. Siempre trata de repetir y repetir los recuerdos de sus otros días pasados. Lo hace porque aún está girando bajo sus propios paradigmas mentales del ayer. Todas sus malas ideas van siendo casi siempre encubiertas con las acciones odiosas; encausadas otra vez, hacia los dolores que les aquejan desde su terquedad. No pensar casi en los otros hermanos semejantes. Sólo un yo persistiendo en la conciencia. Sólo una nada existente para los desamparados en letras y amor. Es tanto así que vemos, aquí nomás, desde los recuerdos colombianos, una guerra sinfín en estos muchachos umbríos. Una batalla predominante. Una locura ideada desde siempre. Predominio del estado gobernante; dedicado, otra vez, hacia la muchedumbre del pueblo. Esto podemos verlo profusamente en los cuatros años de Alfonso López desde el pasado. En su mandato resurgen los estados odiosamente ocultos. Vistos revestidos en sus muchas formas autoritarias. Y nada de nada para esta gente oprimida. Resulta entonces; desde allí, un país vergonzosamente desangrado, entre sus pequeños pantanos y demás laderas selváticas.
Se pierde además en este punto; algún sentimiento por hacer otra nación, algo más digna, algo más linda, sobre lo que aún no es por su injusticia absoluta. Se olvida ahora esa responsabilidad adquirida; para con los ciudadanos de toda la hermandad, cuando se decide tomar un cargo de corbata y con traje de lujo. La corrupción paseándose ya libremente como cualquier princesa engalanada; desde que hay presidentes burócratas en este país difuminado. Un país borrado con las manos sucias del deshonor moralista. Además hoy en día son colocados muchos políticos a semejanza de títeres en un odioso circo; ellos manejados luego; por los dueños del dinero claramente. Así que ellos resultan como pobres personajes de novelas baratas; donde aparece un gran trasfondo al final del teatro. Sucede cuando la realidad termina siendo manejada por estos empresarios de mayor riqueza monetaria. Este artificio es aún presenciado durante nuestra época moderna; igualmente se supo en otra época, algo lejana, entendida como la inacabada noche de violencia, cuyo trámite cegador, cuyo tiempo demacrado, fue bien sabido entre muchas pesadillas descaradas. Así se dio durante los últimos años cuarenta y principios de los años cincuenta. La deshonora entrevista como una evidencia de mucha lógica clásica. Aquí resulta por desde luego esa puerca soberanía de Laureano Gómez en su propio desarraigo social. Sólo muerte en las esquinas de la noche roja. Sólo sangre en las laderas andinas. Gritos de furia en las bocas moreteadas. Se dice además que por aquí, por estas locuras de la historia, hubo otra guerra que no fue muy execrable para los pueblos liberales, sin embargo y pese a lo demás, no fue así para cada realidad dolida en su presumida desgracia. En abril del cuarenta y ocho estalla justamente una revolución necesaria. Es la revolución del Bogotazo. Es una revolución más bien digna, más bien delirante, cuyo propósito esperó apagar así, tanta desdicha social en las urbes habitadas del desorden conservador. Allí resurgen a su razón; muchas mentes ansiosas por forjar una mejor noche; bien luminosa, entre antorchas llameantes y muchas luces chispeantes; bañadas en compañía de gritos, para una querida libertad. Romper otra vez las cadenas de la opresión. Romper asimismo con la anarquía del desorden en todos los lugares capitalistas, luego, idear así, otro alivio en todas las razas, aún presentes en los escondites de este cementerio, aún indecible, aún espantoso y poseído en sombras. La enfermedad de la ignorancia. La falta de tinta y papel en las casonas de las familias. La ausencia de escritores en la antigüedad. Una falta de historia para el mundo. Esas son las verdaderas sombras que nos rodean realmente.
Desde luego, muchos años antes de la guerra violenta, justo en frente del paraíso de sierras cafeteras; había cualquier variedad de campesinos, residiendo en su paz relativa. Ellos andando tranquilamente por entre los senderos de las indias vírgenes. La gente se trataba allí más queridamente. Había mucha más confianza entre esos compadres de fincas aledañas. Todos nuestros abuelos y bisabuelos eran más sociables con los demás amigos. Ahora todo es al revés tristemente. La gente ya no se quiere. La delincuencia se siente otra vez en las ciudades. Las noticias del día cada vez más horribles que ayer. Más hambre en este mundo desconsolado. Más enfermos mentales en los sanatorios por la ausencia de educación en el país. Ya nadie quiere leerse un buen libro junto al mar. Ya casi nadie estudia una buena obra literaria. Da lástima ver esta indiferencia por las letras. La cultura escasea en muchas partes de mi Colombia adorada. Eso hasta la muerte pide limosna en los puentes de cada pueblo hundido.
Menos mal, pese a tantas almas muertas; hay algunas cosas buenas en esta historia del café y el narcotráfico. Podemos rescatar del desagrado a los escritores del sin espacio. Ellos consiguieron hacer ficciones reales para este país agrietado; revivieron la memoria de nuestros ancestros. En su mayoría trataron de hacerse hombres más bien dignos y elegantes en compañía de sus palabras morosas. No iban con las ambiciones sino con la sensibilidad por regar consuelo en los desahuciados. Fueron grandes desde sus pequeñas obras. Tomas Carrasquilla fue uno de ellos. Su prosa algo alternada y algo lindura en su mutismo de cielos queridos. La bondad desparramándose en sus cuentos amorosos y dicientes. Toda una belleza de mares azules en su pluma refinada. Hay además ese recuerdo suyo en la Marquesa de Yolombó. Una primera novela de luz estelar para esta noche precavida y coqueta. La colonia del ayer revestida en su gracia tradicional. Un escritor de otros ayeres lejanos; tratando de pintar un imaginario para sus largos amigos en letras. Esas creencias de cada quien desbordadas con las creaciones del buen cuentista y novelista. Una Antioquia en otros visos providenciales dada para su misma tierra. Estaba ya en su tenue forma de amar; una clarificada invención literaria, para su antigua estancia de pájaros pintos. La iglesia descubierta allí en sus muchas presencias sugestivas para su gente del campo.
Ahora estará en este mismo vaivén acrisolado; Germán Espinosa. Fue otro de los grandes para cada creación de su memoria. Espinosa vino a Cartagena para hacerse un verdadero escritor. Su poesía como ninguna otra en esta época del hoy. Eso sabía tan grande como un Julio Flórez en su grata belleza al lirismo encantado. Los romances de idilio unidos a su alma. La elevación de sus versos muy bien develados en cada poema suyo. Luego surgirá de su propio poder creativo; la novela más ingeniosa de toda su obra novelística. Es la tejedora de coronas. Ella está descrita en un siglo pasado del dieciocho. Juegan aquí la fantasía y la crónica del espacio. Los personajes principales se pierden además en una inmensidad para esa misma historia. Un viejo mundo y un nuevo mundo; encubiertos en una sola ficción narrativa. La guerra vista como un tratamiento necesario para sus ideas fantasmales. Al final, pues el arte y la poesía, conseguirán su armonía espiritual muy lindamente ansiada. Este motivo, tendrá que ser el último de los primeros propósitos; donde se empiece por hacer bondad, para sacar a los pueblos ignorantes de sabiduría. Es en lo más profundo del sentimiento humano; hacer la luz del bien, hacer la pureza, sobre la oscuridad del desconocimiento mental.

Rusvelt...