domingo, 4 de abril de 2010

LAS HIENAS DE COCA LOCA

El mal existe en el mundo
porque aún hay muchos hombres;
sólo pasándolo en el vicio
de la injusticia y en la terquedad
de la ignorancia.
Veltiskin

Saber del odio de un hombre que machaca su aberración contra un hombre inocente no te pone sino con una sola postura de revolución social. Por tal hecho, así yo fuera un pobre niño harapiento, tirado abajo de un puente; tendría también que gritar desde allí y desde la orfandad, sólo entonces la palabra de la libertad, cantar así fuertemente al cielo mal derramado, una sangre de barbarie; la sangre que se esparce debido a los lobos indiferentes del bien de una sociedad. Es una muchedumbre que no cesa de seguir delirante tras la miseria de la opresión del capitalismo, no cansado de seguir tras la equivocación del empoderamiento esclavizador. Luego hay que soltar unos gritos de furia justa. Y ya por lo pronto toca ir sacando del nido de perros a los perros del crimen desaforado. Destapar los genocidios ideados sin restricciones, muertes que aún hoy resentimos malamente por la desgracia del odio inhumano. De tal conflicto parte el desinterés de la gente por recuperar una buena educación algo perdida. Menos mal una se aparece la bondad de alguna gente comprometida con el mundo lleno de incertidumbre. Así que por lo pronto será oportuno sacar resueltamente a todos estos rufianes de sus propios recintos de una exageración materialista en donde ellos se lo pasan descansando tranquilamente y sin la piedad por engendrar un buen día del amor.
Sacar asimismo a los avaros del desorden social para que ellos igualmente a su hora respondan con todo el manojo de injusticias; que mal han hecho a cargas de una humanidad popular y una gente más bien inocente del sufrimiento existencial. Mientras tanto que se suelte algo de justicia adentro de los países más mal resistidos al dolor de unas burdas guerras internas que siempre son llevadas a cabo por los altos dirigentes de la vergüenza mundial. Ya ante dicho motivo de rebelión social resurge así pues la organización de penas internacionales. Por tal resolución de movimiento de dignidad humana hay tal vez uno de los mejores pensamientos puesto en acción que trata de recuperar la paz de una sociedad todavía recaída en una suciedad masacrada. A lo cual si no fuera por tales investigadores y activistas humanos; ellos, ciertamente buenos, ahora veríamos a nuestras naciones más empantanadas en charcos de sangre que a la una noche de los lápices rotos, por allá donde sólo se divertían los chispazos del horror contra los estudiantes argentinos de una rebelión esencialmente cultural. Pero ante la lástima del hoy todavía renacen algunas bestias chorreantes de airosa maldad, renacen aquí los matones, adentro de sus congestionadas mentes, algo enfermas y algo distraídas de la ilustración y perdidas del camino de la sabiduría.
Así pues que ahora vienen las sombras del alma y se aparecen junto con las hienas de una coca cola espantosa de tanto escozor social que causan día tras día. Todos estos animales son una sola jauría de matones quienes en parte sólo te ofrecen un poco de agua picha al tiempo que te venden el producto bien caro en cualquier tienda de pobres gentes, ellos, no cansados de ser esclavizados, por dicha multinacional déspota sólo ella fundada al desgarro de las muertes más malamente escabrosas.
Ahora bien, fuera de lo demás del robo de tantas monedas; usurpadas a la sociedad de una ceguera que no cesa de ser inconstante; vemos enseguida como tal emporio del terror rojo, ayuda a engendrar un patrocinio de matanzas colombianas mientras el mismo país se sigue cayendo de a pedazos por las más mal prostituidos mandatos de un poco gente llena de corrupción ellos desinteresados de su compromiso con el pueblo. Nomás pues al instante todavía se resiente desde hace algún tiempo todo un montón de homicidios sindicalistas de unas personas realmente buenas. Fueron ocho las intelectuales asesinados descaradamente. Ellos eran unos simples seres humanos del bien quienes luchaban por los derechos de los trabajadores. Así que ellos por ser hombres de alta moral, así y ya muy pronto, los malos del dinero, se dieron cuenta del maravilloso cuento moralista. Sólo entonces al rato de los días tuvieron que destruir a las palomas blancas para que ellas no siguieran cantando los susurros del amor en favor de la liberación de los esclavos, que aún se parten la espalda por las empresas privadas.
Así entonces vemos que por tanta traición y por tantas injusticias de uno y otro genocidio monstruoso; hay atrás de la gran botella roja; hay velozmente descubierto un entretejido de sobrada avaricia; fuera del empoderamiento de ciertas tierras extranjeras, predispuestas para los violadores de la vida, ellos, los lobos que nunca se saben cansados de desgarrar a la gente indefensa con las bocas del mal. Mientras tanto, hay desaparición de activistas políticos al tiempo que se sigue resolviendo, la creación de una propaganda hipnotizadora, que se sigue esparciendo por los medios de la altanería privatizadora. Se riega así burlonamente la propaganda en todos los rincones de esta aldea global al tiempo que volvemos a ser colonizados por un montón de cerdos chillones. Así entonces no hay un casi algún caso de paz bajo esta agujerada aldea de disparos y alguna sangre mal reventada contra el orbe de los inocentes y los desterrados.
Pero menos mal hay contra la infección del agua negra, hay recayendo una precipitada avalancha sobre el mundo de un hoy más bien turbado de locura. Resurge así entonces una salvación por los inocentes que quieren matar silenciosamente bajo la noche del pecado. Menos mal la avalancha opositora ha sido un agua cristalina que se prefigura ahora como uno tras otro demostrativo documental de liberación espiritual. Así que de los tantos documentales de la equidad hay ya resurgiendo un caso luchador ante los tantos golpes dados por una coca loca que no se cansa de quebrantar al pobre hombre rebajado malamente. Igualmente el trabajo libertario fue entendido ante todo como un rotundo golpe de boxeo que se organizó por parte de los pensadores del respeto y la dignidad humana. Entre los rompedores de cadenas se aparece la gente que sale a las marchas pacificas en donde ellos no cesan de pelar a cantos vivos contra las puercas boberías de la botella asesina. Por obvio hecho el rio de socialistas que salen a las calles son ellos los realmente intelectuales y asimismo ellos son los verdaderos actores de una metamorfosis más bien humanista. Por lo demás vienen a sobresalir los organizadores del documental; entre ellos, se aparecen; Germán Gutiérrez y Carmen García. Ambos personajes fueron los directores de la buena lucha acusadora. De allí adentro pues se desnuda el desagrado de que una gaseosa cualquiera que ella sea; al rato del tiempo; va dejando ciertamente la infamia del hurto y la perdición, mal renacida por la vida del capitalismo arrasador. Además hay resuelta una ambición de hacer y luego cobrar y recobrar sólo una agua con químicos y enseguida sólo promocionarla al mismo tiempo que se deja al pueblo atrás de una sola desazón de indiferencia humanitaria. Por la misma razón viene recayendo un arrasador interés de individualidad y de maldad que de a poco va oscureciendo los evanescentes sentimientos del alma humana. Todo ello se va viendo en la cinta mayormente realista. Vemos ya igualmente que hay varias tomas en escena las cuales van generando una ventajosa reflexión sobre la desigualdad vista entre los países desarrollados y los casi no evolucionados científicamente. Se descubre por otra parte el testimonio de los administradores que todavía pueden ser secuestrados tras ellos querer hacer algo de justicia contra la botella asesina. Pues ahora solo hay leyes ilegales que apoyan la riqueza del desorden homicida. Además los derechos humanos por el momento no cesan de ser botados a la basura. Adicional a eso vemos como las entrevistas tratadas a los trabajadores se reposan en la mente de las audiencias dejando ya pronto un clarificado alegato de verdad indiscutible sobre la ilegalidad de pagos que hacen a los jóvenes que manejan los camiones cocalocos. De hecho mientras al morocho de traje rojo se gana un mísero dólar por hora ya por el otro lado vemos que los patrones adinerados se están ganando entre seis y siete dólares por hora. Aquí de golpe pues se resiente el desequilibrio abrumador de un capital final, entre jefes y pobres esclavos. Y así también viene adolecida una desigualdad social entre los países dueños del dinero y de las industrias, mientras los otros países involucionados, no son dueños de nada y nada, sólo ellos dueños del trabajo y del trabajo o sólo ellos muertos por la guerra y por la humillación de las hienas hambrientas. Así que hoy sólo da algo de tristeza de ver como unas y otras hienas van y se matan y se comen entre ellas por unas y otras monedas de insignificancia realmente esencial. Para los oportunistas de la riqueza exagerada se sabe primero el sabor de la gula y la tacañería hasta con ellos mismos y muy ciertamente. Para ellos tan rico se sabe mejor otra mansión de mármol que dar algo de respeto a la dignidad humana. En todo caso hay para muchos millonarios un ideal de solo billetes antes que un ser humano. Ya pues como será el colmo del colmo que tales ladroncitos se van hasta el abismo de matar sólo por hacer algo de más billetes. Eso ya si es la locura de la locura mental.
Por lo tanto hoy en día vemos lo puerco que se siente hurtar un dulce de las manos al indigente de la calles. Así por tal entonces del ahora ya se puede resolver que la mejor forma de robar a la gente viene siendo sólo vendiendo una botella de agua con un poco de saborizantes, que no pasan de ser dañados y dañinos para el organismo del hombre.

Rusvelt...

No hay comentarios: