jueves, 29 de abril de 2010

MI SUSI DEL PERPETUO SOCORRO

No hay mal que por bien no venga.
Refrán popular

Hoy yo me veo a solas queriendo ver un solo cielo de blancura celestial entre los días del arte artístico. Ahora así tal cual poeta yo me quiero sentir hoy entre un baile de magia escritural recorriendo todo el hábito de las otras almas desprevenidas. Sigo entretanto ese lento decurso de la otra mañana ahogada en vidas muertas. Miro así entonces hacia arriba del mundo soleado mientras el brillo se hace tan fantástico como una lluvia de estrellas en los tiempos del día espejante. Eso me pone un poco más tranquilo que ayer. Así que ahora yo me dejo llevar por el calor del oro que se resuelve tan vivo como un pájaro amarillo. De pronto veo sólo enseguida de que todo mi cuadro de vida se resbala adentro de un desierto vaciado de hombres olvidados por saber amar la poesía. Hay hoy desvestido igualmente un mundo cotidiano del puro estrés social. Hay una gente vacilante en cada rincón depresivo y del odio del orgullo. Ellos lejanamente se pasean junto con los horarios irrealistas del delirio. Ellos se pierden al final de un sin sentido de sobradas deshoras existenciales. Luego junto al día yo miro como cada ser solitario se sabe tristemente arrastrado tras un fondo de tuberías sistemáticas. Así nomás se aparece cada hombre y cada mujer saliendo de su caverna tan temprano como el alba derramada. Luego ellos se sientan atrás del escritorio de sus oficinas perezosas. Los hacen ellos así sólo para ofrecer algo de consumo a sus otros aparentes enemigos.
Entre otras cosas del mundo yo sufro un poquito hasta cuando ellos se lo pasan muriendo entre sus destinos del capitalismo del escándalo. Además del silencio sin arte yo me dejo acariciar por entre un viento que casi no nada con vida. Eso es un susurro de brisa que va paseando sobre mis días del olvido. Entre lo otro lindo las hojas de los árboles se levantan por sobre mi ciudad del ocobo desnudo. Mi ciudad es un poco mía y hay veces cuando ella se pinta de un baile de folclor colombiano. Esa fiesta suya se prende de alegría entre las cumbias del ayer y atrás de cada mitad de año de los otros días posmodernos. Todo viene así lentamente y de repente se recuerda entre una jolgorio colombiano mientras se ve ruborizado cada borracho del estío tan cansado.
Pero adentro de mi mañana sin bulla ahora no hay fiesta realmente entre las calles del grito hambriento. Hoy la gente anda sin andar nomás por la vida. Ellos sin jugar todos los juegos del juego feliz. Hoy sólo se ve el humor triste de los poetas. Pero ellos queriendo trasformar cada existencia pasajera de los otros seres doloridos. De hecho hoy hay por ahí unas fachadas de caras rotas en algunos lectores voraces del encierro persistente. Pero hay otros seres de odio que ni siquiera saben vivir la vida del amor suyo. Eso del desamor nos llena entonces de una aspereza tan inquieta como una vacilación de besos en donde no se quiere ni con las lágrimas recién derrochadas. Mejor será para mí tal vez tratar de despertar de una siesta para tomar así mi otra cultura social afuera de otro mundo insospechado al hombre mundano. Morir cuando estoy despierto entre la guerra del mundo y de golpe despertar cuando estoy soñando entre la paz del universo eterno. Esa tendrá que ser mi otra realidad alternativa. Sucede así mi ansía de sueño porque hoy casi ningún amigo del mundo casi no se habla con ningún otro vagabundo de la gran sociedad excluyente. Así que hoy se me devuelve un mañana para mí y para la mujer que yo amo. Hoy se me ama la mujer que yo amo con ella tanto entre los abrazos vivos. Yo me amo entre sus besos efímeros. Por lo pronto así yo entonces me engendro una poesía de amor tan linda como el cosmos de donde ella proviene tan digna de belleza. Me pienso entretanto en un primer de romance tan lleno de pureza como el primer beso con esa mujer tan hermosa. Luego me caigo sobre sus pechos de pétalos de agua cristalina. Enseguida yo me arrastro junto con su belleza de mujer. Pero ella de pronto me deja como un invierno de simple tristeza.
Por eso hoy vuelvo al hoy y mejor me leo hoy un poemario de literatura constante. Me dejo llevar tranquilamente por la esencia de los poetas latinoamericanos. De golpe yo me voy atrás del otro viento mientras yo me escondo entre los arrumes de los libros. Me dejo resbalar lentamente junto con una poesía de Guillermo Valencia. Abro el poemario suyo tan arrasador y así entonces yo voy leyendo su pintura del fuego. Me devuelvo al ayer tras cada arrastre del instante y tras cada muda tarde del tiempo sin tiempo que fue suyo. Luego veo que eso de sus versos se asemeja un poco a la monotonía de una vida que se presiente en una película de mi susi del perpetuo socorro. Contra el respeto se aparece ahora entonces un capataz del orgullo tras el recuerdo de una película más bien realista. Enseguida él suelta su sonrisa de mentira contra una susana desequilibrada. Así que hoy cantando con el canto del día del idioma me voy hoy recordando un cuento de Juan Rulfo en donde todo el llano se ardía adentro de las llamas de un despotismo de guerra. Aunque ahora nuestro día del arte no se reluce como un día de verano. Eso pasa así porque hoy sólo hay un comercio de palabras y ellas no son tan voladoras.
Entre los otros sueños hay sin embargo una gente sociable del amor tan confiado. Ellos se quieren enamorar bajo unos días de besos que no cesan de tropezarse entre los poetas universales. Luego hay unos músicos y ellos son más bien evocadores de unas músicas de paz mundial. Lentamente hay luego unos versos de vida que ahora se recorren por entre las villas del furor del campo primaveral. Mientras tanto hay un muchacho que mal esperó por un abrazo de alguna mujer que amó con locura. Pero ella parece ser una mujer perversa. De todos modos el muchacho si se dejó cautivar por esa mujer de maldad bajo una mañana chorreada de soles grisáceos. Ahora entonces él se siente con su corazón roto y él ya casi no quiere pensar en su susana traidora. De pronto por ahí él sólo se ve volado de su vida pesarosa. El muchacho se vuela por ahí nomás de su realidad leyendo una literatura fantasmagórica. De hecho hay allí adentro de su alma hay un escritor libertario. Ahora todo se desaparece con la blancura de las nubes. Luego para mí dejo el poemario y enseguida me veo mejor una pantalla de cine. Así que hay una angustia visual que se hace tan palpitante como la angustia poesiana. Todo aquí va siendo rodado como una vida de película realista. Esa cinta trata sobre una invertida susana perversa. Entre otras cosas veo que la narración visual fue creada por el cineasta Luis Buñuel. El hombre cineasta fue un director de cine surrealista y luego él hizo algo de cine reflejista. Fue así entonces Luis Buñuel quien se dispuso por retratar una historia de vida con la susodicha mujer; la susana perversa.
Pero digo otra cosa bien importante y sucede de qué hace unos años atrás del tiempo hubo un sueño de cine surrealista con el perro andaluz del buñuel. La cinta del desequilibrio tuvo mientras tanto mucha acogida por esa crítica vinagrosa. A los críticos del ayer les gustó mucho la obra del cineasta español. De todos modos hoy aprecié mejor la obra de una susana perversa. Yo la veo otra vez para criticarla más justamente. Rememoro ya entre las imágenes de que hay una mujer no tan desbordada de perversión. Susana tomaba más bien unas actitudes de niña malcriada. Ella se lo pasaba cargada de furia contra su propia vida sufriente. La mujer andaba retraída desde que estuvo muriéndose en un reformatorio de porquería. Ella por su parte se escapa pronto de allí ante tanto sufrimiento discordante. Era ella apenas una mujercita algo desvariada. Entre los días se supo que susana dormía entre unas y otras ratas putrefactas de cañerías. Luego ella despertaba bajo su soledad de sin amigos y sin su vida cotidiana por la causa de su menguado encarcelamiento. Por tal razón susana decide escaparse de su calabozo. Al rato ya se sabe que dicha mujer se presiente con una infancia absolutamente dislocada con su tiempo normal. Se presiente además de que susana quiere liberar toda su represión sexual. Por si fuera poco yo veo ahora que nuestra protagonista llega a un pueblo de lo más tranquilo. Ya luego de que ella se pone a vivir de sirvienta en la finca del señor Guadalupe; vemos que esa misma mujer, pone a casi todo el pueblo con la pura locura suya. Eso deja entonces un desborde de liberación por parte de algunas personas que se sienten mal reprimidas. No hay sino ausencia de esperanza cuando una persona se sabe bajo la oscuridad del olvido; así nomás, la lluvia de la noche se chorrea por entre la orfandad de una susana cargada de soledad.
Ahora no hay nada de nubes de blancura. Puramente hay hoy un largometraje que me gustó por los ratos tan chistosos. Hay unas paradas en donde se resuelve un ambiente de compasiva pesadumbre con los hombres babeantes por esa mujer facilona de susi. Además hay otras partes de la película que son bien jocosas. Por ejemplo hay una parte en donde los campesinos se mueren por tener una francachela con la divina de susi. Por tal razón hoy veo de qué ayer no se hizo tan lento ese melodrama de la risa pegajosa. Ese pasó así porque el sentimiento que hoy dejan todos los enamorados de susana. Todo allí se divierte entre un baile de alma grises que quieren amar a una muchacha tan gris como ellos.
Pero antes bien, si hablo un poco sobre el director español, veo que Luis era amigo del escritor Julio Cortázar. Así que tal vez por eso había un reboso de humor en toda esta historia muy dramática. En mi caso yo digo que no sé tanto de cine. Pero hay adentro del teatro de susana una chabacanería más bien contagiosa. Esa cosa de mofa contra la farolería me agrada pero de lo lindo. Eso ver a mi susi del socorro es ver una chespirita del cine arte. Además yo siento que un espectador de chaplin se ríe también hasta más no poder con las ocurrencias de Susana y todo su resto de amigotes. Pero hay que decir que ella viene siendo una payasita finalmente. Así que hay que morirse con todas esas bromas hasta quedarse uno cansado de tanta risa reunida; eso es lo más usual en esta cinta tan colorida.
Pero sea bueno o no sea tan bueno, quiero decir una cosa clásica; pasa de que hay unas paradas de imitación también algo cantinflona. Eso es buenísimo en comparación con mi susi sin rumbo y ella sin su vida equilibrada. No falta sino la madrina de cantinflas para cerrar el cuadro del curioso amor. Por lo demás ahora digo que la sociedad parecer ser algo inocente. Y eso no es una cosa nada mala para este género del arte antiguo. Para mí tal infancia resulta ser una oportuna conspiración de bondad. Eso demuestra además la normal amistad que tiene la gente de toda esa ciudad mexicana. Su cultura por lo general habla mucho del hola mano y con el hola don anastacio. Por lo tanto yo siento lo popular como algo puro y con puras almas blancas; entretanto, yo veo la vida mexicana dejando con lindura, un sabor a boca de diversión.
Ahora bien, sobre otras cosas idealistas, si vuelvo al film de susana, hay igualmente predispuesta una sosegada perversión en su profundidad de ella. Además faltó ver nomás a Susana con los calzones abajo y la falda subida. Luego ella algo desnudita entre los brazos de otro hombre por ahí tan dicharachero como ella. Y así entre lo impuro se presiente lo loco de una sociedad loca. Entre otras ideas yo no tengo dudas de que la mujer era atractiva pese a sus tantos arrojos de la infidelidad. Pero por si fuera poquito hay todavía otro conflicto y era ese gusto de susi por irse de pronto a la cama con cualquier hombre que fuera suyo por entre su destino. Entretanto las intenciones de esa mujer suceden por ese mundo suyo tan vacilante. Era susi una mujer con ciertos desequilibrios mentales y por eso su actitud tan golpeadora con el capataz y con el literato. Se sabía ella sufriendo entre ratas de alcantarillas. Quería poner entonces ella su sufrimiento en la otra gente. Además su vida se sabía sin vida mientras ella se moría adentro de su mazmorra viciada. Ya más luego de esa fuga suya; sólo hay un paseo por un pueblo algo suyo y tan campestre como la selva virgen; por lo tanto, si hay un buen cineasta mirando ese cine del ayer; dicho cineasta presiente un sinfín de fatalismo. Así que luego del tiempo sin tiempo se aparece la policía y ellos dan por fin con mi susi farolera; sólo entonces así, para ese sin final suyo, ella vuelve al abismo encarcelado y ella, otra vez, sin su vida de libertad y luego se apaga su otro día de arte sin el arte de mi susi del socorro.

Rusvelt...

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