La traición supone una cobardía
y una depravación detestable.
Barón de Holbach
Ahora me reposo en la soledad de la noche y enseguida empiezo por escribir algo más bien poético como una mujer con alas de mariposas marchitas. Ya así veo por lo pronto que tal vez hay que hacer asimismo un poco de uso de mi jactancia lírica. Tengo que hacerlo lentamente y luego susurrar así entonces mi lenta decepción sobre la no fantasía que se desaparece atrás de una simplona creación cinematografía de los abrazos rotos. Tal película más bien aburrida para mí no fue sino una soltada perdedera artística. Ello deja un poco de dinero monetario desperdiciado. De lo poco que hay allí viene siendo una putita cara y recién retirada de sus andanzas pecaminosas que no cesaban de ensuciar el inframundo suyo de los burdeles más bien frenéticos. Ante tanta humillación resabida pues ella pronto deja su degradación del libertinaje y así luego de los tantos avatares del destino La mujer después resulta saliendo con un millonario de corte tragadamente sobrador. Por lo demás todo este manejo visual viendo siento algo llenador de hartera. En lo absoluto de mi razón tuvieron primero que cerrar dicho mal proyecto que ni siquiera merecía tener un final de alguna presentación más bien digna en una sala de cine. Ello del metraje también viene siendo resuelto así como un disparo dado al aire por el director Almodóvar. Pero así como estamos de mal acostumbrados a este género del cine ciertamente hueco solamente pues la empresa del séptimo sin arte se decide promocionar todo este sin rumbo de ideas que necesitan de mayor encierro investigativo y de mayor trabajo creativo. Fuera de lo otro vemos que la prepotencia de toda esta ligereza del mal cine viene siendo últimamente una cosa de puro interés odiosamente comercial. No hay casi nada de un real amor al cine por cierta parte desinteresada de los productores y demás organizadores del teatro burlesco. Así que desde mi visión crítica sólo siento que la cinta ingresa de sobra adentro de alguna cosa superficial. No hay más que un bagazo del no beneficio al cine arte. Ello mismo se repudia como un gesto de arrogancia más bien deformado. Pues allá entre los besos rotos no hay dudas de que allí adentro de los actores casi nadie alcanza a ser alguna oveja negra que al menos se vea prefigurada fuertemente en la mala historia del chiste algo flojísimo. No hay tampoco casi ningún matón queriendo poner de patas sucias un sin paraíso que realmente se sabe horrendo tras cada otoño de las realidades ebrias y turbadas que ahora se esconden atrás de los romances tan traidores. Nomás ante las primeras imágenes actuadas ya sabemos que cualquier cineasta de calidad se empieza a quedar dormido al ritmo de una cinta que es algo lenta y sobadamente visajosa tras cada mofa de chistes verdes. Todo solo allí se pasea y no se baila bien tras un sueño tristemente deformado. Luego el drama viene siendo visto sin nada de argumentos esenciales del puro amor reverenciado. Sólo se aparece un escritor retraído que se hace como el ciego de la caricatura. Al rato pues él se transforma tras un giro de la narración. Pasa de algún rio a un mar que no tiene nada que ver con el miedo del inicio más bien extrañado. Así que cualquier cineasta viene y se sale de dicha parodia dejando atrás todos sus escrúpulos. Ya más enseguida úes se pone de peleas con todos los empleados del establecimiento para que pronto lo pongan a ver una película del curioso arte contemporáneo. Así tal histórica similar tuvo que pasar con muchos civiles que se metieron a esta incertidumbre de malabares reventados.
De todos modos risueños, tras un final de créditos, si se pudo llegar hasta por allá, pronto el hombre racional; saca algo de lo bueno del españolete. Ello sería verse la película ya otra vez para poder criticarla. Después tratar de azotar la sin historia y hacer la crítica sin nada de miedo contra los estrellados del paseo extravagantoso. Así que tras un pensamiento mío se resuelve ser bueno verse las boberías del teatro del juego para hacer ya un frente de lucha atómica contra todo este manojo de títeres reinflados. Además trata de ser algo bien charlado que hoy nos pongan a ver algo de mal cine para ver si somos capaces de desnudar el paquete chileno que adentro de la narración visual.
Ya por otro camino se ve adentro de la pantalla varios actores de pacotilla. Por tanto ellos andan sin nada de entusiasmo. Así que Almodóvar no pudo inventarse casi ninguna trama atractiva que deje al crítico de cara vinagrosa; algo bien postrado tras el solo asombro de lo fantástico que se puede inventar en compañía del juego erótico. Pero del otro lado respetuoso vemos luego que no todo viene siendo equivocaciones adentro del filme. Hay unos recuadros que pueden salvar una y otra mala conversación de los esposos encamados. Y así esas tomas pueden ser los senos morenitos de penélope cruz recientemente desnudos al aire del tiempo ficcional. Así entonces hay por ahí otra pintura de salvación que viene siendo un solo diálogo en donde renacen los años tras los años de vivir haciendo el amor con la mujer que se ama tiernamente. Dejar beberse del amor por entre los siglos antes perdidos. Sentir que la mujer te ama con cada paseo de su caricia por entre sus manos y las tuyas del calor ardientes. Amar el paseo íntimo de la señorita desnuda que no cesa de andar por entre las sábanas quedas en el suelo. Desdibujar una lágrima de placer adentro de los amores cargados de soledad y desprecio. Y quererte un poquito harto a mi muchacha lindamente española. Así que junto a la fugaz razón del erotismo resurge del canto santo un lindo encanto para libar al menos una parte de la boleta; tal vez, una boletilla algo y mal comprada; afuera de taquilla que se sabe algo carísima.
Ya pero todavía hay otro mal caso de rutina. Este otro drama se resiente al momento cuando la gente va algo reconfiada a donde la señora del cine. Los novatos preguntas si la película aguanta verla realmente. Mientras tanto viene la mujer chismosa y de pronto ella te dice; mira, los brazos rotos, para mí, la cintasa de moda que no puedes dejar de ver. Luego sólo resolvemos que la señora gafufa, no ha visto ni siquiera, ninguna propaganda del abrazo infame. Esta pequeña cosa al final pues solamente viene y te pone de mal humor. Al rato pues te sales con algo de rebeldía de los chiros. Lo haces así porque presientes que te están tomando del pelo. Fuera de lo demás vemos a los actores como una sobrada montonera de gente mal maquillada y ellos, no bien conversados, no bien actuados, frente a la cámara del hurto social.
Por favor que me devuelvan la plata de la inversión. No sé que me metan a otra sala para mirar alguna cosa realmente presentable. Yo ante mi fantasía quería ver alguna obra de arte. Ver al mismo tiempo ya unos efectos visuales que me trabajen la mente de una forma sucintamente despaciosa. Que tal que a la gente de procinal y cinemark fueran tan ocurrentes de dejar rodar a los burlones del cine español, adentro de una sala de tercera dimensión. De verdad yo no sé que pasaría con la gente que paga un mundo de plata para ver sólo unas y otras grabaciones que no cesan de ser tristemente puestas sobre el lienzo del juicio mordaz. Menos mal no se les dio por hacer otro pésimo invento del error tras el otro error. Y eso que en cine se siente cansona la cinta del colorín colorado. Por lo tanto no me interesa hablar de una estética que casi no se trasluce en las habitaciones del tedio arrasador. Mejor que pongan a tom y jerrry en calzoncillos para ver si nos reímos todos un rato bien sabroso. De hecho nomás allí salen con el descaro de poner en acción a una mujercita toda facilona. Que pena salir con estos malos chistes. Eso la mujercita pareciera que fuera una secretaria de esas novelas mexicanas que no hacen sino mostrar piernas y senos; sobre los pechos del hombre, que se les arrima a ellas, frente al escritorio del coqueteo diario. Así pues, si hoy al día, luego de tantos años, resolvemos algo de amor por la semana santa; pido nomás a los españoles que se vayan para sus recintos, luego que se inventen; el clásico bien poético y romántico de ellos; por tanto y finalmente, yo, lo que soy yo; no quiero ser el cuervo de mal agüero; pero ahora digo la verdad; la película, casi no gusta nada al público del arte.
Rusvelt...
lunes, 5 de abril de 2010
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